Un niño australiano de 4 años, que vivía con el peligro constante de sufrir hipoglucemia, fue el beneficiario del primer páncreas artificial que se coloca en el mundo y que servirá para mejorar la vida de los diabéticos de todas las edades.
La operación se llevó a cabo en el hospital Princess Margaret de Peth, la capital del estado de Australia Occidental.
El niño padece diabetes del tipo 1 y vivía con el peligro constante de sufrir hipoglucemia.
El nuevo mecanismo, parecido en el tamaño y la forma a un MP3, hace las funciones del páncreas para predecir los niveles bajos de glucosa y determinar la administración de insulina cuando es necesario, lo lleva en la cadera y está conectado con varios tubos al interior del cuerpo.
A la vez evita las consecuencias graves de bajo nivel de glucosa, como el coma, convulsiones y una posible muerte.
El páncreas artificial fue desarrollado durante cinco años en el Hospital Infantil Princess Margaret, con la ayuda de otros establecimientos. Cada aparato tiene un costo cercano a los 8,100 dólares estadounidenses y tiene una vida promedio de unos cuatro años. — EFE