En honor al benefactor de los niños minusválidos y abandonados de El Salvador, Padre Carlo Vito Guarato, el alcalde de San Salvador, Norman Quijano, inauguró ayer una plaza que lleva el nombre del religioso.
En el espacio municipal, ubicado en el triángulo sobre la calle Modelo, al sur del excuartel El Zapote, se desveló el busto del sacerdote, que desde 1987 dedicó parte de su vida brindar amor, alimento espiritual y material, educación especial, cuido personal, atención médica, recreación y sano esparcimiento a niños que por diversos motivos son abandonados por sus progenitores.
Además del terreno, la comuna realizó obras de iluminación, construcción de taludes y demás trabajos de jardinería.
El monumento y la placa de reconocimiento al benefactor fueron construidos con aportes de la familia Pelloso, italianos amigos y miembros de la Asociación Padre Vito Guarato.
El presidente de dicha Fundación, Álvaro Marino, destacó que, “con la ayuda de la Divina Providencia, esta obra caritativa continuará mientras exista un niño con discapacidad y en abandono”.
Por su parte, el edil capitalino al reconocer los atributos especial del religioso, lo destacó como “un noble ciudadano de Italia, que hizo de El Salvador su patria y de un grupo de niños su familia”.
El Padre Vito Guarato llegó al país en 1970 y en 1987 fundó el Hogar del Niño minusválido y abandonado.