En estos días leí un escrito que hablaba sobre las mujeres después de los cuarenta, muy alentador para las que estamos en esa década y más allá. Hablaba sobre la seguridad y el temple que adquiere una mujer, cosa con la que estoy totalmente de acuerdo.
De repente pensé en el amor y cómo ama una mujer madura. La verdad es que si pensamos un poco, a los cuarenta, por lo general, una mujer ya ha tenido sus hijos, en muchos casos estos ya están en la universidad o por entrar en ella, repito por lo general, aunque cada vez esto se va alargando más porque las mujeres estamos esperando un poco para tener hijos.
Algunas casadas, otras divorciadas, otras solas, otras acompañadas, en fin sin importar su estado civil las mujeres a los cuarenta estamos en plena conciencia de quiénes somos y qué queremos, ya pasamos la adolescencia de inseguridades, los veinte y las locuras, los treinta de la profesión y desarrollo, ya tuvimos nuestro primer amor y alguno que otro más, ya nos rompieron el corazón, algunas ya perdimos seres muy queridos, otras se sienten realizadas en sus carreras, otras apenas van a comenzar a desarrollarse en algo que les gusta, pues han estado dedicadas a su familia, otras siguen trabajando porque así lo han hecho toda su vida…
Pero el amor a los cuarenta es diferente, es seguro, sin pretensiones, lo que hay es lo que ves ¿o es al revés? Sabemos lo que nos gusta y lo que no, incluyendo el sexo. Estamos en control de nuestras emociones o por lo menos deberíamos estarlo.
Hemos amado, reído, sufrido, parido, llorado, envejecido, crecido y disfrutado, unas veces más otras menos, hemos vivido, de formas diferentes todas, pero de alguna manera igual, no se si me entienden, pero me refiero a ese sentimiento que tenemos al ver a alguien y saber por lo que está pasando.
Casi todas tenemos terror de envejecer, llegar a los cuarenta para muchas mujeres es traumático, pero la verdad es que es una época maravillosa, un momento pleno de nuestra vida si lo sabemos afrontar.
Para mí lo mejor es el amor maduro, ese que somos capaces de experimentar después de los cuarenta, el que no tiene miedos, el que se expresa libremente independientemente de nuestro estado civil, una mujer casada a los cuarenta se siente más segura con su pareja, sabe lo que quiere y cómo lo quiere, lo dice sin problemas.
Una mujer soltera o divorciada igual tiene idea del tipo de hombre que quiere a su lado, sabe quien la puede hacer feliz o no, busca la plenitud del amor y no solo la emoción del primer cosquilleo, sabe que ese dura poco y lo importante viene después.
Muchas mujeres creen que cuando llegan a los cuarenta pierden el atractivo, que los hombres las prefieren jóvenes, y puede que algunos así lo hagan, pero ellos se lo pierden porque no hay como un amor maduro de una mujer después de los cuarenta.
Claudia Daher es conductora del programa “Mujer Express”, de lunes a viernes a las 11:30 a.m. por canal 21