WASHINGTON. El financiamiento para el Fondo Monetario Internacional (FMI) no entró en la legislación del gasto federal estadounidense este año, en otro revés para unas reformas históricas destinadas a dar más influencia a los países emergentes en la manera en cómo se dirige el prestamista global.
Un proyecto de gasto federal de Estados Unidos por $1.1 billones, revelado el martes pasado, no incluyó financiamiento para el FMI, lo que significa que las reformas no se aprobarán para fin de año.
Los responsables de finanzas de todo el mundo habían dado a EE. UU. hasta el 1 de enero para ratificar las reformas y han amenazado con avanzar sin el país norteamericano. Las reformas duplicarían los recursos del fondo y darían más poder de voto, dentro del FMI, a países como los BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. También modificarían la junta del FMI para reducir el predominio de Europa Occidental. Los cambios en los derechos de voto, conocidos como cuotas, no pueden proceder sin Estados Unidos, que ostenta la única participación que controla los votos del FMI.
El presidente Barack Obama ha presionado al Congreso para que apruebe $63,000 millones de un fondo de crisis del FMI a sus cuentas generales, para mantener su influencia. —Reuters