Berta Carranza de Rivas, de 86 años, residente del barrio Santa Cruz, de Ahuachapán, expresó que, desde que tiene uso de razón, comenzó a participar en la colocación del nacimiento.
En un inicio, colaboraba con su padre, pero luego siguió la tradición como una promesa que le hizo a él. La mayor parte de las figuras que utiliza fueron compradas en Guatemala. Hace cincuenta años la devoción creció y comenzó a colocarlo en un espacio de 15 metros cuadrados y utiliza cerca de sesenta figuras.
Aseguró que se necesita mucha dedicación para preparar los elementos que se requieren para colocar este Nacimiento, que al igual que otros, puede llegar a ser visto por el resto de ahuachapanecos y turistas.