Un gato comió mil dólares en mariscos y otras carnes de una tienda gourmet en el aeropuerto Vladivostok, Rusia.
Un empleado del lugar lo encontró y decidió grabarlo ante tanta desvergüenza. Y es que el felino no se conformó con coger algo e irse. Al contrario, el gato se paseó por toda la despensa y probó lo que se le antojó. Dicen que comió lo más fino.
La policía, que llegó al lugar, no lo pudo atrapar.