Reparten muchos espejitos para quedarse con los votos

El más cerrado oficialismo de la historia de El Salvador también se autofelicita por su predisposición "al diálogo", a consultar sectores y consultar ciudadanos

descripción de la imagen

Alianza, el equipo líder en redes sociales en El Salvador

/ Foto Por Archivo

Por

2014-12-29 5:00:00

Regalando espejitos es que los conquistadores se quedaban con el oro, práctica que se mantiene al día de hoy: regalan uniformes y zapatos principalmente en las comunidades rojas, para quedarse con el voto y así continuar el saqueo del país.

Los nativos, en este caso el voto duro de los comunistas, no aprenden la lección…

Tampoco la aprenden los tránsfugas de la Asamblea, los que utilizan para cubrir como piel de oveja a los que quieren tomar de nuevo la Alcaldía de San Salvador y de otras ciudades, los burgueses que todavía creen en “el diálogo” con el régimen, los tontos útiles y los compañeros de viaje.

Como nadie puede certificar lo que el régimen reparte en zapatitos y uniformes, las cifras se inflan a conveniencia: quinientos millones en ayuda familiar, doscientos millones en ayuda a campesinos, cuatrocientos millones en mejoras del sistema de Salud… el papel aguanta con todo.

La ayuda a los campesinos, lo dicen sin ninguna vergüenza, va a impulsar la siembra de granos, sobre todo de frijol y de maíz. Nunca antes el precio del frijol llegó a los niveles de hoy, alza que el régimen atribuyó a “los especuladores” aunque nunca pudo probarlo; no se encontró siquiera a un malvado especulador en todo el territorio nacional.

En esto los rojos han aprendido muy bien la lección castrista: autoelógiense sobre lo que no puede enseñarse. Por eso en Cuba se hacen lenguas sobre la educación y la medicina, pues no puede nadie tomar fotografías ni de “la salud” ni de “los conocimientos”. Las calles de toda Cuba están ruinosas, los edificios, los campos, las viejas centrales de azúcar…

Igual que aquí. Se exhibe como grandes logros repartir zapatos y bolsas de semilla, pese a que las escuelas (y eso lo hemos fotografiado y publicado en este Diario) tienen sus instalaciones ruinosas, los servicios sanitarios ruinosos, el mobiliario ruinoso, los techos dilapidados.

Así con la policía comunitaria: es para cuidar las comunidades, pero no se nota diferencia alguna pues las extorsiones y los asesinatos han ido a la alza. Recientemente —lo que demuestra la casi nula efectividad en cuidar a la gente—, asesinaron a un joven judoca que había ganado campeonatos, a lo que se suma la proliferación de los puntos de asalto en San Salvador.

Quieren el poder económico total, inclusive el de los tontos útiles

El más cerrado oficialismo de la historia de El Salvador también se autofelicita por su predisposición “al diálogo”, a consultar sectores y consultar ciudadanos.

A los compañeros de viaje, al candidato a alcalde por los rojos y a los otros que están prestándose para arrebatar a ARENA la Alcaldía de San Salvador (y así volver a los cuestionados negocios como la compra de camioncitos chatarra) se les pasó por alto lo que declararon dos Guevaras hace muy poco:

“Queremos el poder económico total y el poder mediático total…”

Queda por verse, desde luego, si habrá excepciones en el despojo anunciado, digamos a los que se presentan como candidatos por los rojos, a sus familiares y a sus amigos.

Aunque cuando dicen “poder económico total” y lo dicen dos de los que capitanean el movimiento, se refieren a “poder económico total”. Y “total” son todos los negocios y propiedades…