La guerra del petróleo se concentra en diez países considerados los mayores productores de petróleo. Entre ellos, Rusia, Arabia Saudita, Estados Unidos, China y Venezuela son los de mayor producción internacional.
Según los datos de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, (EIA por sus siglas en inglés) Rusia produjo en 2013 un total de 10,053.8 barriles de petróleo por día (bpd) mientras que Arabia Saudita produjo, 9,693.2 de barriles, Estados Unidos, 7,462.0 bpd, China, 4,164 bpd y Venezuela, 2,300 bpd.
De estos, solo Arabia Saudita está dentro de la OPEP mientras que el resto maneja sus operaciones sin ningún acuerdo en común con otras naciones.
Ayer, por cierto, Arabia Saudita redujo abruptamente sus precios del petróleo de enero para sus clientes de Asia y Estados Unidos, decisión que algunos analistas dicen demuestra que el reino está intensificando su pelea por cuota de mercado tras negar su apoyo a que la OPEP baje la producción.
“Los sauditas están dejando claro que no quieren perder cuota de mercado”, dijo Richard Mallinson, analista de la consultora Energy Aspects, durante el Reuters Global Oil Forum.
Fuentes de la OPEP han dicho que el ministro del Petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, dijo durante la reunión de ministros que el cartel debería defender su cuota de mercado dado que los recortes en la producción sólo ayudarían a productores rivales, incluyendo a los que producen petróleo de esquisto en Estados Unidos.
Rusia no se queda atrás, pues según publicaciones de The Wall Street Journal, este país planea seguir incrementando sus exportaciones de crudo a Asia a pesar del desplome de los precios del petróleo y de las sanciones occidentales y pese a que su suministro a esa región ya ha tocado niveles máximos históricos este año.
La estrategia de Rusia de aumentar sus ventas de energía a Asia se debe a que la demanda energética en sus mercados tradicionales en Europa se ha estancado y a que su relación con estos países se ha deteriorado por las sanciones impuestas a Moscú por su comportamiento en Ucrania.
Venezuela, por su parte, intentó que la OPEP redujera la producción para aumentar el precio, pero en vista de que no logró ningún acuerdo, su presidente Nicolás Maduro ha decidido hacer ajustes fiscales internos para contener la pérdida que tendrán por su producción de petróleo, que representa el 90 % de sus ingresos económicos.