Los gimnasios suelen ser un lugar donde se ejercita y donde las miradas van y vienen. Este joven no pudo dejar de mirar a una señorita… pero estuvo rápido de reflejos.
Él estaba corriendo en la cinta cuando la vio pasar. Quiso dedicarle una mirada un poco más profunda a sus atributos y perdió el control.
Cuando llegó al piso el muchacho no perdió el tiempo. Al menos pudo demostrar sus dotes deportivas producto del entrenamiento.
Retomado diarioregistrado.com