Cientos de feligreses abarrotan desde anoche la Basílica de Guadalupe, en Antiguo Cuscatlán, para adorar a la Virgen María al conmemorar sus apariciones que datan desde 1531.
La gente se viste de indio o viste de indios a niños para recordar que la Virgen de Guadalupe se le apareció al indígena Juan Diego en el monte de Tepeyac, en México.
Familias enteras veneran a la Virgen y se dirigen al altar caminando, arrodillados o gateando y con otra serie expresiones de peregrinación muy peculiares.
“Buscan la intercepción de la Virgen ante Jesús. Es algo maravilloso”, dice el padre Dennis Doren al referirse a la conmemoración que se desarrolla en la conocida como la Ceiba de Guadalupe.