El comediante estaba consciente de su estado de salud, fue así como repartió su fortuna entre sus seis hijos y su última esposa, Florinda Meza, quien según publicó El Comercio de Perú, heredará gran parte del patrimonio del actor.
Además, medios mexicanos han revelado que Gómez Bolaños designó a su primogénito, Roberto Gómez Fernández como el encargado de comercializar todos los derechos de su obra. Esta obra que le dio a Televisa (cadena mexicana) una ganancia de alrededor de 1,700 millones de dólares desde que se dejó de filmar en 1992 (como sketch de Chespirito; como programa independiente se dejó de emitir en 1980).
De esta cantidad, 1,500 millones vienen de canales de televisión abierta. Los restantes 200 mil provienen de empresas de cable, según divulgó la revista Forbes.
“El Chavo” se estrenó el 20 de junio de 1971 y se filmaron 1.300 capítulos durante los 24 años que estuvo al aire en la televisión mexicana, de lo que Forbes deduce que cada episodio de media hora había generado $1,3 millones para Televisa hasta ese momento.
Además, Chespirito tenía tres principales fuentes de ingresos: las regalías por los derechos audiovisuales alquilados por la cadena Televisa (estimadas en US$ 3.600.000 anuales), los derechos de sus personajes y las ganancias del merchandising y los videojuegos desarrollados por su empresa.