¿Te imaginas tener en detector de mentiras para interrogar a tu pareja cada vez que regresa a casa? Podrías preguntarle a dónde fue, en cuántas mujeres se fijó y si estuvo en los brazos de otra. Una idea definitivamente descabellada, pero esa es la realidad de Debbi Wood, la mujer más celosa del mundo y quien se acaba de casar en Inglaterra.
Debbi confesó que cada vez que su esposo regresa a casa lo somete a un detector de mentiras para saber si le gustó alguien en la calle. Además instaló filtros en la computadora y en el celular de su pareja para evitar que vea fotografías de chicas.
Y seguramente, tú no has llegado al extremo de comprar un detector de mentiras, contratar a un detective privado o ponerte una peluca rubia y lentes oscuros para seguir el auto de tu pareja, pero constantemente te pasas interrogándolo; peor aún, tu mente no descansa pensando en lo que él hace cuando no está a tu lado. Es como si desarrollaras una película en tu mente. ¿Te has sentido así?
Sentir celos ocasionalmente es normal. Sin embargo, cuando celar constantemente se vuelve algo diario en la relación es señal de que se está enfermo de celos. La persona celosa vive con el temor de perder a su pareja, un pensamiento obsesivo y contínuo que no lo deja vivir en paz. Está probado que los celos son un 90 por ciento de fantasía y temor. Si has notado que padeces de celos con frecuencia es hora de analizar qué estás haciendo mal.
1. Dime cuán celosa eres y te diré cuán insegura eres: Algunas mujeres piensan que cuando se ama profundamente se tiende a celar, pero la realidad es que los celos son sinónimo de baja autoestima. ¿Piensas que se irá con otra más bella, inteligente y sexy que tú? Párate frente al espejo y busca esos atributos físicos y emocionales que tu pareja dice que adora de ti. Cuando reconozcas que tu pareja te ama, entenderás que eres querida y que hasta ahora, tu relación no está en riesgo de una infidelidad.
2. ¿Por qué te pones celosa? Si tu pareja no ha dado motivos reales, es decir no hay pruebas de que esté siendo infiel, pregúntate qué hace “hervir tu sangre”. Por ejemplo, si van a una fiesta y se pone a conversar con otra mujer o si van a un restaurante y observa demasiado a la mesera. ¿Te imaginas que él buscará la manera de volverlas a ver? Los celos están en que reaccionas ante esas situaciones como si el desenlace que imaginas fuera una realidad. De ahora en adelante, cuando sientas celos, anota todo lo que sientes y más adelante analiza y compara.
3. Es hora de buscar ayuda: Si tratas, pero no puedes controlar tus celos, es hora de visitar a un consejero de parejas. Si ese profesional nota que se trata de una condición mental, él podría referirte a un psiquiatra para que te recete un medicamento que ayude controlar tu ansiedad. De hecho, existe el Síndrome de Otelo, un trastorno psiquiátrico que provoca que los enfermos piensen que sus parejas son infieles cuando en realidad no lo son. Y precisamente, Debbi, la mujer más celosa del mundo sufre de este trastorno.
La próxima vez que los celos te quieran robar tu paz mental y la estabilidad en tu relación, recuerda que el celoso no sufre por lo que ve, sino por lo que se imagina. Así que, ¿lo viste o te lo imaginaste?