El juicio contra Domingo Saravia y su esposa, Carmelina Bonilla, acusados de lavado de dinero y activos, se instaló ayer en el Tribunal Tercero de Sentencia, pero en pocos minutos fue suspendido, a petición de sus abogados defensores, quienes alegaron que recién habían asumido el proceso y no estaban debidamente preparados.
Los defensores y el mismo Saravia pidieron dos meses más para leer ocho mil folios de los que consta el proceso judicial.
La Fiscalía no apoyó la petición de los abogados y el Tribunal dijo estar imposibilitado por la judicatura para atrasar tanto tiempo el proceso.
Sin embargo, accedieron a dar diez días para reanudar el juicio, de modo, que este se realizaría el próximo viernes.
Domingo Saravia y su esposa, al parecer, transfirieron en cuentas bancarias más de 23 millones de dólares durante ocho años, de los cuales no justificaron el origen de $14 millones, según la Unidad de Investigación Financiera de la Fiscalía (UIF), el matrimonio Saravia aseguró que demostrará ser inocente.