Pros y contras de los suplementos vitamínicos

Su consumo debe ser consultado con el médico para evitar la hipervitaminosis

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elsalvador.com

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2014-11-07 12:00:00

El consumo diario de vitaminas no debería representar ningún riesgo para la salud, ni debería causar alarma por el incremento de peso, ya que según nutriólogos y nutricionistas su función no es estimular el apetito, sino contribuir al proceso de metabolizar los nutrientes.

Las vitaminas y los minerales son acalóricos y favorecen la transformación de grasa y carbohidratos; o de grasas y proteínas en energía, explicó Margarita Nuila de Villalobos, asesora médica de Dayamineral.

Según la experta, el mito de que estimulan el apetito surgió a raíz de ciertos productos que se vendían como vitamínicos, pero que además contenían compuestos que aumentaban las ganas de comer.

Sin embargo, la principal función de las vitaminas es acelerar los procesos de absorción, procesos enzimáticos y procesos de oxidación.

Lo ideal, sería obtener estos nutrientes de los alimentos, lastimosamente, dijo De Villalobos, la vida acelerada que se lleva hoy en día lo hace casi imposible. En ese sentido, sería recomendable acompañar la alimentación de un suplemento vitamínico, subrayó.

La mayoría de vitaminas y minerales no se almacenan en el organismo, de ahí que no alimentarse de forma balanceada puede crear una carencia de las mismas y generar estados de fatiga, depresión, entre otros, detalló.

No obstante, el médico especialista diplomado del Consejo Americano de Psiquiatría y Neurología, Víctor Romero, asegura que ninguna persona sana vive más saludablemente por tomar mayor cantidad de vitaminas.

El paraguayo avala su consumo en situaciones particulares como el embarazo y la lactancia, personas en dietas especiales o vegetarianas, personas que tienen problemas de la absorción de los nutrientes debido a que reciben ciertos medicamentos como antiácidos, anti-onvulsivantes o aspirinas.

Asimismo, las personas con enfermedades inflamatorias del intestino o aquellas con intervenciones quirúrgicas para perder peso, ya que probablemente no reciban todas las vitaminas que su cuerpo necesita, detalló Romero.

Ambos coinciden en que si bien es cierto las vitaminas no necesitan prescripción médica, el automedicarse podría afectar la salud.

La ingesta excesiva de cualquier vitamina causa hipervitaminosis, ya que puede acumularse en uno o varios tejidos. Por ejemplo un consumo excesivo de vitamina A causa coloración amarillenta, e incluso puede causar hígado graso, explicó De Villalobos.

Lo ideal es consultar con un especialista antes de empezar a consumir algún suplemento vitamínico, ya que a pesar de que se pueden consumir a cualquier edad hay condiciones como la hipercalcemia e hipercalciuria, en la que son contraproducentes.