Lorena Barba, la mujer detrás de la marca Shanti

Es pionera en la aromaterapia en el país y forma parte de la Alianza de Mujeres Emprendedoras. Conoce su historia, formación y proyectos.

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elsalvador.com

Por Angélica Santos

2014-11-17 2:00:00

Hija de Melitón Barba, escritor, político, médico salvadoreño y pionero de terapias naturales en el país, esta emprendedora mujer creció en un ambiente familiar, donde el estudio no era optativo, al igual que escuchar música clásica los fines de semana.

Es la menor de tres hermanos y quizás, la única que con el tiempo decidió seguir los pasos de su padre desde otra perspectiva de la medicina: la aromaterapia, no sin antes graduarse como ingeniero industrial en la Universidad Católica de Managua.

Por la situación política del país, la familia emigró en la década de los 80? a Nicaragua y es allí donde se recibió su investidura académica con excelentes notas.

No satisfecha con su formación, a pesar de haber tenido catedráticos europeos, continua su preparación en Barcelona, España, con un post grado en Administración de Empresas, gracias a sus excelentes notas.

Para Lorena, el tiempo es oro y logró otra beca en la Universidad Politécnica de Cataluña. Así que en la mañana iba a una y por la tarde a la otra, donde cursó Seguridad e Higiene Industrial.

Al concluir la formación complementaria, arma maletas rumbo a Nicaragua, pero en lugar de establecerse en esa nación hermana, vuelve a su terruño, sola y con muchas aspiraciones por delante.

MUJER DE RETOS

Abrirse camino en su propia tierra fue más difícil de lo que esperaba. Por un lado el país aún estaba en camino la finalización del conflicto armado y segundo era considerada una sobre calificada.

En ese ir y venir, la Fundación de Prevención de Riesgos Ocupacionales ( FIPRO) la contrató para auditorías de riesgos ocupacionales en las empresas del país, siendo su primer jefe el licenciado Roberto Murray Meza.

“Fue una gran escuela para mi, ya que hacía lo que más disfruto: ayudar a la gente a través de la medicina preventiva laboral”, señala.

Su hoja de vida es rica en experiencia y llegaron propuestas laborales de las empresas Sigma, Grupo Poma, Western Union Guatemala.

Luego fue contratada en Docusal como responsable para la puesta en marcha de la empresa, lo que implicó abrir 28 duicentros durante su administración en cinco meses, contratar personal, equipamientos de los mismos, entre otras asignaciones y con mucho orgullo dice llamarse “la mamá del DUI”.

“En la vida nada es casualidad, todo tiene un propósito”, señala al referirse a su nueva pasión por los aromas terapéuticos.

Tras la muerte de su padre en 2001, Lorena viajó el siguiente año a la India en busca de su líder espiritual y descubre una nueva etapa de su vida luego de leer un folleto sobre aromaterapia.

Intrigada y con poco tiempo libre, aborda un taxi en busca de información y decidida comienza todo un proceso para estudiar online con el gremio de herbolarios de Cataluña.

“El corazón de mi papá siempre deseó que alguno de sus tres hijos estudiara medicina y en ese viaje a la India se hizo realidad”, afirma con un tono melancólico.

SHANTI, SU MARCA

Después de recorrer el mundo empresarial y combinarlo con esta terapia de aromas, Lorena decide dedicarse al cien por ciento a sus productos a fin de contribuir a la salud física y mental.

Hacerlo realidad ha sido su máxima satisfacción y cada día busca actualizarse en el tema, donde la ética es parte de sus principios, tanto profesionales como personales.

Eso la ha llevado a asistir a congresos en Inglaterra, ferias especializadas con el apoyo de Proesa, USAID, Coexport, voces Vitales y CdMype.

Los inicios de esta emprendedora mujer se remontan a 2002 con el Spa Shanti, siendo la primera en introducir los aceites esenciales y productos cosméticos naturales.

Su primera línea fueron aceites esenciales para tratar dolores de cabeza, afecciones de la piel y musculares, le siguieron productos limpieza facial como tónicos, exfoliantes y mascarillas, entre otros. El más reciente es el aceite con propiedades rejuvenecedoras, ya que contiene argán, rosa de mosqueta, jojoba. Cada uno de ellos elaborado con finos aceites vegetales.

Gracias a estas fórmulas “que le soplaba su papá”, se abrió camino en un mercado reacio, sobre todo a nombres y productos nacionales.

“Mis primeras clientes eran mis alumnas de yoga, más adelante logré venderlas en un restaurante vegetariano y una farmacia”, recuerda.

Después de trece años de luchar por un espacio en el mundo empresarial, Lorena se consolida como empresaria y se ha abierto otros espacios con los médicos que utilizan terapias naturales para sus pacientes.

A la hora de dar una charla, sus ojos brillan y sus manos se aprestan a sacar de su espaciosa cartera, muestrarios de los aceites esenciales y florales.

Afirma estar casada en segunda ocasión, pero con la aromaterapia, aunque no tenga los ingresos a los cuales estaba acostumbrada percibir.

“Me siento útil y cada testimonio me confirma que estoy en la senda correcta”, dice.

Su próximo reto es dar un salto más allá del mercado local e incursionar en Europa y Centro Americana. Para ello ya es parte de la Cámara Salvadoreña de Miami a fin de buscar distribuidores de su marca Shanti es, que es su mayor satisfacción profesional y empresarial.