El director del Instituto de Medicina Legal (IML), José Miguel Fortín Magaña, defendió los métodos científicos que dicha institución utiliza para determinar la causa de muerte de recién nacidos.
Esto lo hace luego que grupos feministas enviaran una carta a los diputados de la Asamblea Legislativa en la exponen que el doctor Gregory J. Davis critica dichos métodos. Las afirmaciones de Davis también fueron reproducidas en un campo pagado por las feministas que impulsan la campaña “Libertad para las 17”.
El campo pagado afirma que estas mujeres, “fueron condenadas con pruebas técnicas inconsistentes. Las pruebas forenses presentadas para condenarlas carecen del rigor científico necesario”. Algo que Fortín Magaña refuta.
El campo pagado se refiere a una de las varias pruebas que lleva a cabo el IML para determinar si un bebé respiró al salir del vientre materno: “Los informes forenses del IML que afirman que las criaturas nacieron vivas, basándose en la realización de la prueba denominada ‘docimasia hidrostática’ no son concluyentes pues: ‘El hecho de que los pulmones flotaban en la autopsia ni prueba ni refuta la hipótesis de que el infante hubiera nacido con vida. Desde hace más de un siglo esta prueba se considera no confiable'”.
Ante estas afirmaciones, el director de Medicina Legal le pidió al jefe del departamento de Patología, Joaquín Alfonso Aguilar Beltrán, un informe en el que se recopilan a varios autores que refutan lo afirmado por Davis.
El informe cita al doctor Juan Antonio Gisbert Calabuig (catedrático de Medicina Legal y Toxicología de España), quien en su libro de Medicina Legal y Toxicología afirma: “La docimasia hidrostática pulmonar es clásica, sigue vigente, es la pruebe más simple y de resultados más seguros, aunque con algunas limitaciones, como cadáveres en putrefacción en fase enfisematosa y en recién nacidos que hayan recibido maniobras, de resucitación”. Gisbert Calabuig advierte que “las causas de error son excepcionales”.
Sobre las críticas a su trabajo, Fortín Magaña afirmó: “Medicina Legal hace lo que tiene que hacer, después vendrán los argumentos jurídicos”.