Aumenta la ola de balseros que huyen del régimen cubano

El número de balseros cubanos hacia EE. UU. aumentó un 75 % entre 2013 y 2014. De 2,129 a 3,722, estima la Guardia Costera

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elsalvador.com

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2014-10-30 7:00:00

FLORIDA. El diario The Wall Street Journal publicó esta semana un reportaje bajo el título “Nueva ola de cubanos llega a EE. UU.”, donde destaca que, este año, una ola de inmigrantes indocumentados, procedentes de América Central, acaparó los titulares, “pero más de 22,000 cubanos ingresaron a EE. UU. por tierra en los 12 meses que terminaron el 30 de septiembre, el doble que en el mismo periodo del año previo”.

Además, señala la publicación estadounidense, que otros 3,940 cubanos “buscaron llegar a territorio estadounidense a través de rutas marítimas, casi el doble que el año anterior y el número más alto desde 2008, cuando la isla fue golpeada por varios huracanes, sus exportaciones estaban de capa caída y Raúl Castro asumió el mando”.

La imagen es casi cotidiana: helicópteros y patrulleros de la guardia costera estadounidense acuden a rescatar a inmigrantes cubanos, que en improvisadas balsas se lanzan al mar para intentar llegar a las costas de Florida.

En el mejor de los casos, son recogidos cuando navegan o flotando en el mar, una vez destrozadas o perdidas las precarias embarcaciones. En el peor caso, nunca llegan y desaparecen en algún punto de los 150 km de mar infestados de tiburones que separan a Florida de Cuba.

El número de balseros cubanos hacia EE. UU. aumentó un 75 % entre 2013 y 2014, de 2,129 a 3,722, estima la guardia costera. Desde 2008 no se registraban números tan altos.

En el año fiscal que culminó en septiembre pasado, 814 cubanos lograron llegar a la costa, más del doble que un año antes (359), según la Patrulla Fronteriza.

Pisar tierra es clave ya que, según las leyes estadounidenses, los cubanos que lo hacen pueden radicarse. Los capturados en el mar son repatriados. Esta política, conocida como “pies secos/pies mojados”, es repudiada por La Habana, que alega que alienta las salidas ilegales.

Para The Wall Street Journal, los factores que motivaron este nuevo éxodo parecen ser el relajamiento de las restricciones de viaje que el régimen cubano decretó el año pasado, por una parte, y, por otra, una falta de esperanza entre los ciudadanos sobre las perspectivas económicas de su país.

Pero aunque aún se está lejos de los niveles de la crisis de los balseros, cuando en 1994 salieron 37,000 cubanos, o el éxodo de Mariel en 1980, que vio a 125,000 personas abandonar la isla, activistas opinan que la situación ya es crítica.

“La gente está cada vez más frustrada con el alcance y el ritmo de las reformas económicas”, señaló Ted Henken, profesor de estudios latinoamericanos en el Baruch College en Nueva York.

Las reformas, que no logran hacer despegar la economía cubana, “han sido significativas pero muy lentas, todavía no se han visto los avances”, dice de su lado, Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Florida Internacional University.

Los más afectados son los jóvenes, “que no ven una salida en el país, eso puede ser muy explosivo”, expresó Duany.

Para Ramón Saúl Sánchez, presidente del grupo anticastrista de Miami, Movimiento Democracia, en entrevista con AFP, opina que “hay un éxodo masivo silencioso que está creciendo rápidamente y las muertes ya son incontables, y lo que nos preocupa es que los gobiernos están como si esto no estuviera pasando”.

Para muestra, el pasado miércoles, 33 balseros cubanos fueron rescatados de las aguas del Atlántico por guardacostas de EE. UU., después que su precaria embarcación naufragara cerca de Boca Ratón. El lunes, 13 balseros intentaron llegar a Miami en una embarcación improvisada que naufragó cerca de Turkey Point. Ayer, 21 cubanos fueron detenidos en Honduras.

Berta Soler, líder de Damas de Blanco, habló con el programa La Tarde de NTN24 sobre la grave situación que enfrentan los cientos de cubanos que intentan llegar a suelo estadounidense.

Soler explicó que la migración ilegal de los cubanos se debe a la simple idea de las personas de poder encontrar “la libertad”, algo que el sistema político de los Castro no permite desde hace más de medio siglo. —AGENCIAS.