Falta apoyo para sostener viveros de tortugas en el país

Solo dos viveros funcionan en costas de Conchagua

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El mayor desove que se registra en la zona de oriente es en la costa de Conchagua.Instituciones como Funzel y Fundatamarindo apoyan el sostenimiento de los viveros de Maculís y El Tamarindo.

Por Insy Mendoza Comunidades@eldiariodehoy.com

2014-10-23 7:45:00

LA UNIÓN. La franja costera del municipio de Conchagua es la que mayor desove de huevos de tortuga registra, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) .Pese a ello, en esa región solo funcionan dos viveros, financiados con fondos privados, para preservar crías de los quelonios de las especies Golfina, Prieta y Carey.

Los viveros para la anidación de huevos de tortugas se ubican,en playa El Maculis, financiado por La Fundación Zoológica de El Salvador (Funzel) y en El Tamarindo, que funciona con fondos de la Fundación para el Desarrollo de El Tamarindo (Fundatamarindo).

Gracias al esfuerzo de esas instituciones y de pescadores y tortugueros preocupados por la preservación de las especies, miles de huevos que dejan las tortugas en el año, se salvan.

Antes había un vivero más, sin embargo, fue cerrado y los pobladores desconocen las razones. Se ubicaba en playa El Icacal y según los vecinos de la zona, aportaba mucho en la preservación de la tortuga marina.

Se consultó al MARN, a través de su Unidad de Comunicaciones el motivo del cierre, pero no brindaron respuestas.

Luis Ventura tiene más de siete años de ser el encargado del funcionamiento del vivero en playa Maculis.

Confirma que el proyecto es patrocinado por Funzel, que es la institución que paga a las dos personas que trabajan en el cuidado del vivero y también en la compra de las docenas de huevos a los tortugueros del lugar.

“En esta zona solo hay dos viveros de tortugas, es lamentable que el otro que estaba ubicado en El Icacal de Intipucá este año no funcionó y dicen que fue porque el Ministerio del Medio Ambiente no encontró patrocinadores para que siguiera funcionando”, agregó Ventura.

Napoleón Recinos se dedica a la recolección de huevos y también trabaja como colaborador en el vivero del Maculis.

Dice que en todas las playas de la costa de Conchagua y también en Intipucá, sale mucha tortuga y gran parte de esos huevos se comercializan.

“Debería de haber más viveros para que así el tortuguero tenga un lugar donde ir a venderlos y así evitar que este sea comercializado”, lamenta.

En el vivero de Maculis, los tortugueros llegan a vender huevos a $2.50 la docena y por cada una que venden, deben donar dos huevos.

Sobre la falta de apoyo en la creación de más viveros, Funzel sostiene que empezaron su trabajo en con un aproximado de 30 viveros en las diferentes costas del país.

Explican que el funcionamiento es a través de organizaciones y empresa privadas que patrocinan los proyectos a través del Programa de Protección a la Tortuga Marina.

El problema, explicaron, es que el apoyo de patrocinadores ha disminuido y eso se refleja que actualmente en que de 30 viveros con que iniciaron, solo tienen 11 en el país.

Uno de los fuertes patrocinadores ha sido la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo el Desarrollo Internacional (USAID), dice Salvador Peralta, coordinador del proyecto de viveros de tortugas de Funzel.

“Hasta mayo de este año llegó el patrocinio de USAID”, dijo y con este están cubiertos los gastos hasta fin de año.