Para la profesional del mercadeo y bloguera de moda del sitio “Our Favorite Style”, María José Díaz, de 31 años, hasta finales del año pasado la vida transcurría en un eterno corre corre entre su trabajo, sus actividades deportivas, el Instagram y sus ‘post’ sobre maquillaje y lo último de la moda.
“Para mí, el autoexamen no existía, pensaba que era mentira o cosas de gente mayor”, expresa. El año pasado, sin embargo, gracias a una iniciativa de la Liga contra el Cáncer fue invitada a conocer el proyecto donde enseñan a las pacientes a hacerse pañuelos para la cabeza. Ahí fue instruida sobre el autoexamen, pero dejó pasar bastante tiempo para realizárselo porque, según sus palabras, uno no es tan valiente.
“Fue hasta noviembre, un día que estaba aburrida, cuando decidí hacérmelo y me sentí una bolita en el seno derecho. Pero me hice la loca y dejé pasar el tiempo”, cuenta.
Inquieta, eso sí, comenzó a ‘googlear’ para saber más al respecto, volvió a hacer la autoexploración y la bolita se guía allí.
“En diciembre de 2013 me hicieron una ultra y una biopsia que resultó maligna. La bolita que se sentía era de grasa, pero sí tenía un tumor en la glándula mamaria, que según el doctor, no se miraba nada bien. Era un tumor en desarrollo”, relata María José. Fue así que su doctor le propuso que disfrutara la época de Navidad y que regresara al consultorio el 13 de enero. “Pero (quizá por miedo) yo volví el 25. Entonces el doctor me dijo que había que operar”, recuerda.
María José se confiesa una ferviente católica y según cuenta, su confianza siempre la puso en El Señor. “Yo hablaba con Dios y le decía: Tú estás haciendo esto por algo. Yo sé que no es para quitarme la vida ni para hacerme amargada. Te prometo, si me salvas, que le voy a contar a todas las niñas que dejen de ser cobardes, como fui yo, y les voy a dar valor”.
Si bien el proceso de la enfermedad fue difícil por el temor que lleva implícito, el apoyo de su familia fue fundamental.
“Mi mami, muy segura, me acompañó a todo y me daba valor. Cuando no me quería operar me decía: ¡Ya, démosle, salgamos de eso! ¡Vamos a salir de eso, no te preocupes, yo estoy aquí y te apoyo! Siempre tuvo una actitud muy valiente. Eso a uno lo llena de ánimo”, cuenta entusiasmada. “Me operaron el 13 de marzo y retiraron un tumor del tamaño de una ciruela que estaba encapsulado. Un mes después me hicieron una tomografía para revisar cómo estaba, pero todo ha salido bien”.
Los planes de María José son seguir trabajando, mantener el blog, pero también casarse y tener bebés porque desea amamantarlos.