Una anarquía vial dominó ayer en la Alameda Juan Pablo II. Los conductores de buses, microbuses y vehículos particulares buscaban salir del atasco que provocó el cierre de la 8a avenida Norte y la Alameda Juan Pablo II.
Desde las nueve de la mañana, una cuadrilla de trabajadores comenzó a señalizar la zona. El cierre provocó un desorden vial que se prolongó hasta las 2:00 de la tarde.
Quienes circulaban en la 8a avenida Norte eran desviados hacia la Juan Pablo II. Los vehículos no encontraron más opción que girar en “U” en la avenida Monseñor Romero e incorporarse, nuevamente, a la Juan Pablo II, de poniente a oriente.
Esta maniobra obstaculizó el paso de los automotores que circulaban de poniente a oriente en dicha alameda. Varios vehículos resultaron golpeados al intentar incorporarse, mientras que otros dañaron los ya deteriorados separadores de los carriles exclusivos del Sitramss.
El cierre de la arteria no fue anunciada por las instituciones a cargo de la obra.