El expresidente Armando Calderón Sol, quien el fin de semana fue electo presidente de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA), pidió ayer, tanto al gobierno como a la oposición y demás sectores, a dejar de lado las ideologías y despolitizar la discusión de los graves problemas que tiene el país, como la inseguridad y la falta de crecimiento económico. De lo contrario, el país no avanzará, advirtió.
Según dijo, hay temas en los que si no se buscan coincidencias y se trasciende no se va a poder salir adelante. El tema de la delincuencia, por ejemplo, es un tema de política de Estado, ya no es un problema del Estado, sino de todos.
“Si el Gobierno no encabeza o lidera ese proceso para recuperar al país, no lo va a poder hacer, va a fracasar y a nadie nos conviene que fracase el Gobierno en una política de Estado. Y lo primero que debe hacer es despolitizar totalmente ese tema y no manejándolo políticamente como lo ha querido manejar”, sugirió Calderón Sol.
El exmandatario puso de ejemplo, de lo que no se debe hacer, a la pasada administración del FMLN, que “nos llevaron a una tregua entre las pandillas y a la exaltación” de que habían bajado los homicidios.
“Eso es inaudito, lo que ha pasado en el país, el estado de Derecho cuestionado, el Gobierno conversando con delincuentes para bajar los indicadores de violencia. Eso es inconcebible, y usted vio al FMLN defendiéndolo cínicamente”, señala Calderón Sol.
En ese caso, dijo que el Gobierno debe enviar señales claras contra la delincuencia y una de ellas es devolver a los cabecillas de las pandillas a la cárcel de máxima seguridad en Zacatecoluca, y no seguir “conviviendo” con ellos.
Dice estar de acuerdo en prevenir el delito pero también en reprimirlo, porque es de ley, pero insiste en que el gobierno debe tomar una posición clara y liderar el proceso, despolitizando el tema porque es un tema de Estado.
¿Se debe llevar este tema a la mesa de diálogo iniciada por el Gobierno?, se le pregunta a Calderón Sol, pero él dice que si eso se hace con “astucia y viveza política para neutralizar” no se logrará nada.
Para el exgobernante, otro tema que requiere atención y discusión despolitizada es el económico, el cual califica de grave, pero anticipa que no se debe hacer “imponiendo” iniciativas como el paquete de nuevos impuestos que al final afectará a todos.
“Debería de hacer una profunda reflexión el FMLN de cómo está conduciendo (el país)”, afirma. Sin embargo, también insta a la oposición y a todos a “entender que si le va mal al Gobierno le va mal a El Salvador, creo que todos debemos colaborar”.
Sin embargo, apunta que desde la oposición y el sector empresarial se le ha ofrecido esa cooperación al Gobierno, pero este no lo toma en cuenta porque hay “prejuicios”.
“Somos un pequeño pueblo pero debemos insertarnos en este mundo moderno, ya los radicalismos quedaron atrás y ahora hay que solucionarle los problemas a la gente, que quiere trabajo, salud, bienestar, no quiere izquierdas ni derechas, estupideces, lo que quiere es soluciones”, afirma.
Para Calderón Sol, si bien la actitud del presidente, Salvador Sánchez Cerén, rompió con la confrontación que generaba su antecesor, aún ve signos de polarización con el sector empresarial y prueba de ello es que no tomó en cuenta su opinión en la aprobación de más impuestos.
No al autoritarismo
“La polarización y la confrontación no nos lleva a nada. Yo espero que haya una evolución en los líderes del FMLN, que sé que los hay, que tienen esa capacidad, que puedan buscar esos puntos de coincidencia”, afirmó.
Calderón Sol también advierte sobre “un club de regímenes autoritarios, de gente que atropella libertades” y lamentó que el FMLN tome de referencia estos regímenes. “Cinismo político lo llamo yo, al ver partidos y líderes que exalten a dictaduras que mantienen esclavizados a los pueblos”, afirma, y ejemplifica el régimen Cubano y el de Venezuela.
“No es posible que abandonaron la lucha revolucionaria y los fusiles y ahora prevaleciéndose de la democracia le están poniendo un yugo a los pueblos… y con el populismo del siglo XXI quieren llegar a lo que no pudieron con la revolución armada. En este sentido, la UPLA es un valladar para que no lo logren”, advierte.
Desde la UPLA, la que Calderón Sol dice estar honrado en presidir, seguirán apoyando a los gobiernos democráticos con el intercambio de experiencias en programas sociales y capacitándolos a fin de que provean a la gente educación, salud, vivienda, mayor nivel de vida.
Además, insistirán en la modernidad de los partidos y en acercarlos a la población, y luchar contra los “caudillismos mesiánicos de América Latina” y que los presidentes se perpetúen en el poder vía reforma a las constituciones.