El Gobierno de los Estados Unidos ha comenzado a implementar estrategias diplomáticas para atraer a los países del Caribe y de Centroamérica que actualmente están en Petrocaribe y que reciben beneficios con el abastecimiento de combustible venezolano, apunta el economista Andrés Oppenheimer, en su reciente artículo de opinión publicado en The Miami Herald.
“En una ceremonia que prácticamente pasó inadvertida y que tuvo lugar el 27 de agosto en Washington D.C., funcionarios de alto nivel de Estados Unidos y Granada firmaron un acuerdo que, según los funcionarios estadounidenses, será un “programa piloto” para ayudar a 17 países de la Cuenca del Caribe a lograr una mayor independencia energética y una menor dependencia de las exportaciones de Venezuela”, expone Oppenheimer.
“Gracias a las facilidades de pago que ofrece la organización petrolera venezolana Petrocaribe en los primeros años de sus contratos con sus países miembros, Venezuela se ha ganado el apoyo de 17 países centroamericanos y caribeños en foros diplomáticos regionales como la Organización de Estados Americanos, donde el bloque de Petrocaribe se opone casi sistemáticamente a cualquier iniciativa de Estados Unidos”, plantea el reconocido articulista.