Washington. El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, dijo ayer que la crisis humanitaria provocada por la llegada a EE. UU. de miles de niños indocumentados procedentes la mayoría de ellos de Centroamérica se debe “en parte al fracaso” del gobierno mexicano a la hora de asegurar su frontera sur.
Perry consideró que tanto México como Texas “deben garantizar que nuestras fronteras estén seguras de manera que combatamos las actividades ilegales mientras permitimos el comercio legítimo y la inmigración legal”.
Perry se mostró “preocupado” por las declaraciones del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien la semana pasada dijo que el reciente despliegue de la Guardia Nacional en la frontera entre México y Texas “no sólo es desagradable, sino condenable”.
Perry defendió el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México e invitó a Peña Nieto a visitar Texas para comprobar de “primera mano el profesionalismo de nuestros soldados”.
Desde octubre de 2013, más de 66 mil niños indocumentados no acompañados han llegado a EE. UU., la mayoría de ellos procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala, según datos oficiales. —AGENCIAS.