SAN MIGUEL. Después de nueve meses de la erupción del volcán Chaparrastique, los líderes de las comunidades aledañas y que vivieron en carne propia la angustia de un fenómeno natural de este tipo, aún tienen mucho por aprender para afrontar una emergencia similar.
Por ello, la Cruz Roja Salvadoreña impulsa un proyecto en 16 comunidades asentadas en el volcán con el que buscan adiestrar a más de 500 líderes sobre cómo saber reaccionar y qué hacer ante un nuevo fenómeno natural.
Juan Alberto Vázquez, coordinador de Proyectos de la Cruz Roja salvadoreña, explicó que “apoyamos en la atención de la emergencia y pudimos notar algunos vacíos en la parte de comunicación y organización para atender la emergencia, y por ello queremos trabajar en todo el tema de reacción ante cualquier problema natural y poder prepararlos por si se repite otro fenómeno”.
Agregó que durante 10 meses, técnicos y voluntarios de Cruz Roja capacitarán con charlas y simulacros en temas de primeros auxilios, formación de albergues y alerta temprana, entre otros.
El proyecto denominado “Construyendo resiliencia en comunidades afectadas por el volcán Chaparrastique”, atenderá a las comunidades La Cruz, Las Placitas, Las Piedritas y El Progreso del cantón Conacastal, de Chinameca.
Además de las comunidades Chancha Quemada, La Escuela y Los Espinoza, del cantón la Ceiba; se suman el caserío El Centro, Cerro Partido, El Amate, Los Bernales, Los Marines y Joya Verde del cantón La Morita, de San Jorge.
Mientras que en San Rafael oriente en el cantón Piedra Azul las comunidades atendidas serán La Piedrona, La Piedrita Centro y El Chirrión.
Dentro del proyecto también está la dotación de un botiquín de primeros auxilios que serán dados a los líderes y contendrán equipo de primera necesidad en una emergencia, es decir, mascarillas, gafas y otros objetos.
La inversión que la institución realiza con el apoyo de Cruz Roja Americana y la asistencia para desastres de los EE. UU. (OFDA) es de más de 100 mil dólares. Los líderes indicaron que esto les ayudará a reforzar lo poco que han aprendido en el camino.