Lo que debes empezar a hacer ¡Ahora!

A veces es necesario detenernos un momento en el ajetreo del día a día para reflexionar un poco sobre el curso que lleva nuestras vidas, nuestras actitudes y nuestras elecciones.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2014-09-05 8:00:00

Por Marcela Gutiérrez

www.lartdevivreblog.blogspot.com

Hace poco tuve uno de estos momentos y escribí este artículo, en un tono más serio que el habitual, más para mí que para alguien más. En realidad era una lista de cosas que debía empezar a hacer ahora como parte de la eterna búsqueda no de la perfección, sino de la felicidad. Entre ellas estaba dejar de compararme, ser más paciente, dejar de ser tan negativa, apreciar más lo que ya tengo, dar las gracias más seguido, dejar de disculparme tanto, dejar de ser tan perfeccionista y de ser tan dura conmigo misma.

En fin, reconozco que soy una obra en proceso y aunque esta es mi lista, sé que muchas se identificarán con estos pendientes. Lo importante es comprender que nunca, nunca es tarde para hacer los cambios necesarios para realizarnos como mujeres y ser felices.

Olvidarnos de la perfección

¿Cuánto tiempo de nuestras vidas perdemos en el intento vano de alcanzar un concepto tan subjetivo y eternamente cambiante como la perfección? Si dedicáramos el mismo esfuerzo y las mismas energías a aceptar y disfrutar quienes verdaderamente somos y lo que ya tenemos, no pensaríamos en tener que ser perfectos por que ya somos felices, y la perfección amigas siempre pierde en la balanza contra la felicidad. Está bien aspirar a ser nuestra mejor versión, sea cual sea el rol en el que nos desempeñemos, y trabajar duro por alcanzarlo. Sin embargo, es necesario recordar que a veces en los errores, en los tropezones y pequeñas imperfecciones están las lecciones más valiosas de la vida, y son a veces precisamente los momentos imperfectos, espontáneos, improvisados, los más cargados de risas y recuerdos inolvidables.

Qué tristeza siento al revivir tantos momentos valiosos que he perdido o dejado de disfrutar por querer hacerlos perfectos. La perfección no existe. No existe el hombre perfecto, ni la familia perfecta, ni el cuerpo perfecto, ni mucho menos la mujer perfecta, y francamente ¡qué aburrido fuera si existiera! La felicidad está precisamente en la búsqueda, en el camino…

Dejar de poner las necesidades de otros delante de las nuestras

Como madre, esposa, como profesional y como mujer del hogar, las responsabilidades que tenemos son muchas. Cuántas veces al día ponemos las necesidades de nuestros hijos, de nuestros maridos o de las amigas y de nuestra familia antes que las nuestras. Y cómo no hacerlo si son nuestros seres amados, si así somos las mujeres por naturaleza. Sin embargo es importante cuidar de nosotras mismas y pensar regularmente en nuestras necesidades afectivas, laborales, emocionales e incluso físicas. Es imperativo detenernos y pensar y hacer lo que nos hace felices. Si nosotras estamos bien los que están a nuestro alrededor estarán bien. La felicidad comienza desde adentro y si descuidamos nuestra salud física, mental y emocional no podremos cuidar a quiénes más queremos. Date esa escapadita regular al cine, de compras, al salón de belleza, a caminar al aire libre, a leer ese libro que llevas meses repasando, al gimnasio… ¡te lo mereces!

Dejar de pensar en el pasado

Que por qué me comí ese postre, por qué terminé esa relación, por qué le dije esas cosas a mi esposo, por qué no acepté ese trabajo. Estas cosas pasan y todos los días. Somos humanas , tomamos decisiones equivocadas, olvidamos cosas, decimos cosas que no sentimos, lo cierto es que no podemos vivir nuestras vidas pensando en el “hubiera”. Tenemos una sola vida, y es demasiado corta para pasarnos lamentando sobre lo que hicimos o dejamos de hacer. Si algo bueno terminó es por que algo mejor viene en camino. Todo lo que has vivido, lo bueno, lo malo, lo duro y lo feo, te ha llevado a este momento. No te arrepientas jamás de nada de lo vivido, acepta con orgullo tus decisiones pasadas, perdónate y como dicen: para atrás ni para coger impulso.

DEJAR DE SER NUESTRAS PROPIAS ENEMIGAS

Basta con coger una revista y ver los estereotipos de belleza con los que somos bombardeadas todos los días para comprobar que las presiones sociales que las mujeres tenemos hoy en día son absolutamente ridículas. Pero a veces, nuestras peores enemigas, no son otras mujeres, ni los hombres o la sociedad, somos nosotras mismas.

Somos muy duras y críticas al juzgarnos, desde nuestra apariencia física hasta los roles que desempeñamos. Lo cierto es que rara vez cumpliremos estos estándares, la mayoría auto impuestos. Seremos bellamente imperfectas, cometeremos errores en todo lo que hagamos, tendremos celulitis, pero les prometo que nadie está pendiente de cómo nos vemos o qué hacemos todo el tiempo, excepto nosotras mismas. Así que podemos relajarnos y aprender a amar cada pequeña y gran imperfección.

Dejar de decir Sí a todo el mundo, todo el tiempo

Hay una palabra mágica que he aprendido a decir: No. Leyeron bien: No. Dicen que decir Sí nos abre puertas y posibilidades en la vida, pero de vez en cuando es necesario decir No. Cuántas veces hemos permitido que se aprovechen de nosotros o nos hemos quedado en la relación equivocada por miedo a decir No. Cuántas veces hemos dicho sí por quedar bien con alguien, por no perder a esa persona, por pena, por miedo, por lástima o por compromiso, cuando lo que quiere decir cada uno de nuestros sentidos es un rotundo NO. Lo cierto es que decir No requiere de mucho valor. No deberíamos de tener que hacer nada que no queramos y cuando algo se siente extraño, equivocado o injusto, está bien armarse de valor, escuchar ese sexto sentido que tenemos todas las mujeres, plantarse y decir NO.

Dejar de depender de alguien más

Hay una mentira universal que me saca de quicio, aquella que afirma que la mujer es el sexo débil. ¡Traemos vida al mundo, eso nos hace las criaturas más poderosas sobre la tierra! En nosotras está todo el potencial para realizarnos y ser felices. Si no amamos la persona que somos cuando estamos a solas, ¿qué nos hace pensar que encontraremos esa felicidad en pareja? La felicidad es una elección individual consciente que se hace desde lo más profundo de nuestro ser y se refleja a nuestro alrededor. La felicidad no debería ser circunstancial, ni mucho menos depender de nuestro estado civil. Para aprender a estar en pareja, primero debemos aprender a aceptar y amar la mujer que somos cuando estamos solas. Es bello encontrar a alguien para recorrer el camino, pero mucho más si el día de mañana todo cambiara y en algún lugar -muy dentro de ti- encontraras las fuerzas y las ganas para volver a sonreír.