Tras el fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema que determina que los antejuicios promovidos por la Asamblea Legislativa violan la Constitución, la diputada de ARENA, Ana Vilma de Escobar, buscará “limpiar” su nombre y no descarta iniciar procesos judiciales en contra de quienes votaron por desaforarla.
Así también tratará de que se desvanezcan las demandas interpuestas en su contra en la Fiscalía General de la República (FGR) por el expresidente de la Corte de Cuentas de la República (CCR), Rosalío Tóchez, y del extitular de Economía, Armando Flores, cuestionando sus gestiones pasadas en el Ejecutivo.
“Tengo que limpiar mi nombre. Faltan todavía procesos que estas personas me han hecho atropellándome, persiguiéndome políticamente, y esto se está cayendo una cosa tras otra como un castillo de naipes”, aseveró.
De Escobar no tiene dudas de que con la sentencia de la CSJ, más un recurso de amparo interpuesto por ella en la Sala de lo Constitucional, nada detendrá su reinstalo “inmediato” en el pleno.
A esto se agrega la decisión del expresidente Funes de no presentar una demanda formal ante la Cámara Primera de lo Penal contra ella.
Su colega Margarita de Escobar dijo esperar que no se vaya a argumentar nada más en contra de De Escobar ni que hayan “calenturas” para impedir a la diputada tricolor integrarse de nuevo al pleno.
De Escobar recordó que no es posible que con 43 votos la Asamblea desafuere a una diputada que ha sido electa por la decisión de los ciudadanos. “Yo nunca debí estar suspendida”, afirmó.
Calificó de “mentes perversas” a quienes promovieron su proceso de antejuicio, entre ellos a Funes, a quien le recordó que tuvo cinco años para demostrar que hubo irregularidades en sus gestiones del Ejecutivo y no lo logró.
No descartó que a partir de mañana jueves se siente de nuevo en su curul, pero que esperará el procedimiento administrativo y una resolución definitiva de la Cámara.