Eileen Siman de Bahaia: una mujer ejemplar

Profesional, líder, madre, esposa y mujer ejemplar son las palabras que mejor describen a esta empresaria. Su espíritu de servicio es señal inequívoca de un corazón noble y sensible.

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elsalvador.com

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2014-08-27 8:00:00

Por Xiomara Alfaro

Hace 19 años creó la Fundación para el Desarrollo de El Tamarindo (FUNDA TAMARINDO), en uno de los cantones del municipio de Conchagua, La Unión, desde donde promueve el desarrollo y bienestar de las comunidades.

Entre los logros más significativos destaca la construcción de más de 100 viviendas y mejoras habitacionales para similar número de familias en extrema pobreza, cuatro aulas escolares y dos muelles, que acortan la distancia entre La Unión y El Tamarindo, una construcción que además permite que los pobladores puedan cruzar el estero en lancha, y en pocos minutos llegar a sus lugares de trabajo o llegar a las playas donde comercializan mercancías.

Se suman una cancha de basquetbol y una de futbolito rápido, mejoras de infraestructura a dos centros escolares, tres centros de computo para las comunidades de El Tamarindo, Jagüey y Maculís y una maquila que da empleo a un promedio de 175 personas, entre ellas mujeres jefas de hogar.

Otra de las importantes obras de esta salvadoreña es la creación de la Fundación Inocencia pro Niñez con VIH/Sida, una organización sin fines de lucro creada en 2004 como iniciativa de apoyo a las familias cuya condición de pobreza no les permite solventar las necesidades prioritarias para que los niños tengan un adecuado tratamiento.

Desde esta organización impulsa programas que permiten mitigar el impacto de la enfermedad con acciones en el ámbito socioeconómico que complementan los servicios del Centro de Excelencia para Niños con Inmunodeficiencias (CENID) del Hospital de Niños Benjamín Bloom.

Más de 500 menores reciben ayuda con programas como prevención del ausentismo, inserción productiva, atención integral y asistencia social prioritaria, entre otros.

Sensible a las carencias de los más necesitados Eileen de Bahaia también brinda apoyo a otras organizaciones y comunidades, tales como Hogares Divina Providencia, FESA, FUSAL, LUMEN 2000, Hospital de Niños Benjamín Bloom y Comunidades de Corral de Mulas de la Bahía de Jiquilisco. Es también promotora y responsable de la clínica empresarial de la empresa Textufil S.A de C.V.; directora de la Junta Directiva de Almacenes Siman y miembro del Comité de Televisión Católica de la Arquidiócesis de San Salvador (TVCA canales 39 y 57).

Un camino trazado

La pequeña Eileen conoció el altruismo y se formó en valores como la fe, la verdad, el servicio y el amor al prójimo. Gracias a su padre, confiesa, conoció la importancia de la solidaridad, el trabajo y la dedicación. Su madre, con quien comparte momentos muy importantes, también ha tenido gran influencia en su vida, “ella me daba mucha atención, siempre fui su niña bonita”, dice mientras agradece a Dios por todo lo recibido.

También recuerda con nostalgia a su abuela Natalia, una mujer dulce, sensible a quien le gustaba compartir con los demás; no olvida mencionar además a la madre Emilia Simán, una religiosa de la orden del Sagrado Corazón, su sabiduría y conocimientos le dejaron muchas enseñanzas.

Durante su infancia soñaba con ser terapeuta, y rehabilitar a su tía más cercana quien sufría de esclerosis múltiple, al mismo tiempo que disfrutaba pasear en bicicleta junto a sus vecinos. Años más tarde se gradúa como licenciada en Administración de empresas.

Su etapa de estudiante marcó su destino pues le permitió acercarse más a las necesidades de otros. Durante las visitas a la casa de campo ubicada en El Tamarindo surge la idea de crear una fundación que brindará ayuda a los habitantes de la localidad; iniciativa que tuvo el visto bueno de su esposo, Elías Jorge Bahaia, con quien ha compartido los últimos 40 años de su vida.

“Me casé joven con un hombre maravilloso, un hombre que me da su apoyo incondicional y con quien compartimos el deseo de trabajar por el país. Creo que Dios me ha dado el don de ayudar… es mi responsabilidad dar de todo aquello que he recibido”.

Las pequeñas acciones a lo largo del camino se hacen grandes. “Cuando iniciamos Funda Tamarindo, junto a Florence Mattis y Mary Frech, llevábamos ropa a la gente, yo sentía que era poco lo que hacíamos sin embargo a esta fecha ya contamos con una maquila que genera empleos, algo que ha cambiado la vida de estas personas pues ahora reciben un salario;se les educa en valores, en convivencia social, fomento del deporte y evangelización”, explica.

Al preguntarle sobre las satisfacciones más grandes que ha vivido no duda en referirse al placer de ver un corazón agradecido que sabe salir adelante con las oportunidades que se le ofrecen.

“Uno empieza a pensar que hay varias cosas que no valoramos y que las damos por hecho cuando hay otros que no tienen lo más básico”, agrega mientras muestra su agradecimiento a todas las instituciones, empresas y personas altruistas quienes con sus donaciones hacen que estos sueños se hagan realidad, sin olvidar a Yolanda Gutiérrez, su mano derecha, su timón, su amiga y quien se declara su más grande admiradora.

Al mirar atrás se sorprende de los logros alcanzados: de aquel muchacho que llegó a los 15 años a la Fundación Inocencia con una actitud cabizbaja y que ahora a los 25 es testimonio de superación, de cómo los lancheros de El Tamarindo han formado su cooperativa y han mejorado las condiciones de transporte de la zona, de aquellos cientos de niños que esperan ansiosos la fiesta navideña para disfrutar de los juegos en El Mundo Feliz, y muchas otras historias que el tiempo se vuelve corto para terminar de contar.

Su labor también ha sido galardonada, hace unos meses, en el marco de los 10 años de la Fundación Inocencia la Fundación Dei Verbum y monseñor Martín Ávalos le entrega un reconocimiento por su noble labor en pro de la salud, la vida de las personas y los niños de El Salvador, así como por su colaboración en proyectos de alto impacto social y espiritual que buscan el bienestar de la sociedad; en el 2007 Premio Mujer Avon le entrega la Mención Honorífica por su trayectoria y trabajo con la niñez que vive con VIH/SIDA, y en el 2005 recibe el Premio de Mujer a Mujer en reconocimiento a su destacada labor como mujer emprendedora dedicada a causas sociales.

Corazón noble

Además de su gran corazón Eileen es una mujer comprometida con la iglesia y la familia, en su agenda diaria siempre hay espacio para la comunión con Dios, los momentos junto a sus hijos y nietos, la lectura y las distracciones en medio de la naturaleza. Pero no solo eso, también reserva tiempo para ayudar a su esposo con el trabajo y dirigir grupos de oración en la iglesia.

Confiesa que su mayor felicidad son sus cuatro hijos, su esposo y los ocho nietos que, en sus palabras, han llenado su vida y ahora se convierten en los mejores discípulos de su obra.

El secreto para cumplir con tantas responsabilidades y alcanzar el éxito dice es tener siempre a tu lado gente capaz, personas en quienes puedas delegar y con quienes compartas la misma pasión.

Entre sus gustos y aficiones está la jardinería y el cuidado de sus peces, es su terapia para salir de la rutina. Disfruta de la literatura católica, las series de televisión, el fútbol y el basquetbol, compartir con sus amigas, sus hijos y sus nietos. Se declara alegre, feliz, amante del hogar, y aunque no le gusta mucho viajar siempre está al lado de su esposo donde quiera que el vaya. Asegura que no todo ha sido fácil, pues aunque Dios le ha dado mucho siempre hay adversidades en la vida que debemos aprender a sobrellevar.

Uno de los momentos más duros que ha vivido fue el secuestro de su esposo ocurrido durante los años 80, este episodio no solo cambió su vida sino que además le enseñó el valor hasta de las cosas más pequeñas del mundo.

Su felicidad, dice, se basa en la unión familiar, por lo que todo su trabajo y esfuerzo va encaminado a ser una madre, abuela y esposa ejemplar. Lamenta la falta de valores y principios en la sociedad, la desintegración familiar y la falta de oportunidades para los jóvenes.

“Cuando cumplí 60 años hice una reflexión de mi vida, eso me dio mucha paz interior, fue como darme cuenta que Dios le había cumplido a mi papá, me he dedicado a estar pendiente del trabajo que él empezó, creo que he cubierto los aspectos que más me preocupaban, me siento bien”.

El Papa Juan Pablo II, Madre Teresa de Calcuta y el Papa Francisco son los personajes que durante estos años han guiado sus pasos. Recuerda con regocijo las palabras del Papa Juan Pablo II, quien durante una visita, que ella le hiciera junto a su esposo, él lo bendijera y hablara sobre sus oraciones por la paz de El Salvador. Su rostro aún refleja el impacto que sintió cuando un año más tarde se firmaran los Acuerdos de Paz.

Sin duda las ocupaciones más importantes de su vida son las fundaciones, un rol que desempeña con entusiasmo y entrega plena. Se llena de orgullo saber que está logrando el cometido y que le está cambiando la vida a alguien, que tal vez no hubiese tenido las mismas oportunidades de vida sin la posibilidad de un tratamiento o un salario digno.

Reflexiona en que este es un momento para unir fuerzas, olvidarse del rencor, dejar atrás la confrontación, amar con ímpetu y empezar a trabajar por el bien común, por un mejor El Salvador.

FEMINIDAD A FLOR DE PIEL

Eileen Siman de Bahaia es una mujer bella por dentro y por fuera, donde quiera que va siempre luce elegante, sofisticada y con un estilo muy personal. Le apasiona hablar de belleza, tanto que se declara fiel amante de las revistas de belleza y moda, entre sus favoritas no puede faltar Revista Mujeres, cada mes la espera, ansiosa por descubrir los consejos y tips que pronto pondrá en practica pues dice que su mayor anhelo es llegar a la edad de su mamá y su suegra quienes a los 87 y 81 años, respectivamente, lucen un cutis muy bien cuidado.

“La belleza empieza adentro, se refleja a través de la alegría, pero no nos podemos olvidar de la belleza física. En lo personal me gusta andar bien arreglada, tengo un esposo y me gusta que me vea bonita”, señala.

Una de sus prioridades es el cabello el cual debe estar siempre arreglado. En su cosmetiquera no pueden faltar el corrector de ojeras, el maquillaje de ojos y un labial en tono vibrante. Entre sus marcas favoritas están Clinique, Chanel y Estée Lauder.