La indignación por el asesinato de sus compañeros y el temor a ser las futuras víctimas de los delincuentes, obligaron ayer a los empleados de las rutas de buses 20, 109 y 125 a paralizar, otra vez, el servicio de transporte colectivo.
La tarde del jueves, dos hombres que aparentaban ser estudiantes ultimaron a balazos a Eduardo Canjura Granados, de 49 años, quien era motorista de la Ruta 20, que circula entre Cuscatancingo y el centro de San Salvador.
Los empresarios de la ruta presumen que el móvil del homicidio no fue el cobro de las extorsiones, pues, según dijeron, están entregando a las pandillas, puntualmente, el dinero que les exigen.
La Policía no descartó que los atacantes le hayan disparado a la víctima, para luego robarle la caja con dinero.
Además, el miércoles, los choferes de las Ruta 125 de Chalatenango también se declararon en paro de labores indefinido, como protesta por la muerte de uno de sus colegas.
A David Jacobo Merlos, de 35 años, lo mataron cuando transitaba por el cantón Cerro Partido, en El Paraíso, del referido departamento.
Ese mismo día, empresarios de la Ruta 109, que va de Quezaltepeque a la capital, denunciaron que pandilleros los amenazaron con que debían pagar $10 mil ese día o atentarían contra los empleados.