La Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA) planteó esta mañana su oposición al impuesto a las transacciones bancarias como lo proyecta el Gobierno.
El director de ABANSA, Armando Arias, le planteó la posición negativa al vicepresidente de la República, Oscar Ortíz, quien también funge como Comisionado para la Inversión.
Arias le enfatizó a Ortíz que dicho impuesto tendría un efecto cascada que afectaría a toda la población.
El director de los banqueros dijo que la intención del Gobierno es reactivar la economía y la aplicación del nuevo impuesto acarrearía lo contrario. “Lo que queremos es crecer, reactivar y tener un ahorro en el gasto público”, dijo Arias.
Al respecto, el Vicepresidente Ortíz dijo que se llevaría dicho planteamiento para analizarlo y discutirlo.
El impuesto se aplicaría a las transacciones gravadas que superen los $750 y será del 0.25 % sobre el monto de las operaciones. Este se aplicará a los titulares del depósito, personas que ordenan pagos o transferencias y entidades del sistema financiero que realicen desembolsos de préstamos de cualquier naturaleza.