Desde el surgimiento del Internet y el posterior desarrollo de las redes sociales, en 2006 se revolucionó la forma de comunicarse, de relacionarse y desde luego la manera en que se hacen negocios.
De hecho hoy en día, el llamado mundo 2.0 es clave para incrementar la productividad de cualquier empresa.
De acuerdo con Jorge Guerrero, de la empresa Ide@Works, una de las ventajas de usar las redes sociales es que reducen los procesos no solamente en tiempo sino también en distancia. Y es que si bien antes existían las videoconferencias, esto demandaba que las empresas contaran con equipo considerablemente caro.
“Las redes sociales han reducido eso casi a una tercera parte. En términos de tiempo se pueden tener equipos de trabajo conectados y desarrollando sus actividades en un ambiente cómodo y colaborativo”, explica Guerrero.
De esta manera, no importa cuál sea la red social, una persona puede estar en Londres, otra en España y otra en El Salvador, todos se conectan e igual se trabaja en conjunto.
La atención al cliente es otro punto que se ha favorecido, sobre todo en Europa, donde gracias a las redes las visitas a tiendas, almacenes y centros de atención se han visto reducidas a menos del 15 %
Lo que ocurre con las redes sociales, explica Guerrero, es que cuando un cliente se siente mal tratado o “no bien atendido”, utiliza el gran medio que tiene a disposición que son las redes sociales y los canales oficiales de las marcas que lo tienen molesto.
Pero se debe advertir que la vida offline no puede estar desconectada de la vida online. Esto significa que las marcas “enamoran” al cliente a través de imágenes y de contenidos en redes sociales, pero no es posible que el cliente llegue a la tienda y encuentre todo lo contrario a lo que le dan en las redes. Todo debe concordar.
Con los empleados
Hoy en día, aún hay empresas que prohiben las redes sociales a sus empleados, por temor a que estas los distraigan y la producción se vea afectada.
En este punto, dice el señor Guerrero hay que ver dos cosas: si se abren las redes sociales solo porque sí en una empresa, en efecto puede haber parte del tiempo de los empleados invertido en algo que no tiene nada que ver con el negocio. Pero si la empresa aprovecha el potencial de las redes, puede transformar a sus empleados en embajadores de su marca.
“Una estrategia podría ser que se abran las redes sociales y se les sugiera a los empleados que hablen de un tema X alrededor de la marca, por ejemplo”, explica.
Por otro lado, muchos consultores pregonan que los empleados que acceden a redes se sienten más animados y con mejor disposición para el trabajo. Esto se traduce en mayor calidad y mayor atención al realizar las diferentes tareas.
Por ejemplo una de las empresas que ha comprendido esta idea es Google, que de acuerdo con Guerrero tiene ambientes sorprendentemente lúdicos, porque sus desarrolladores están en oficinas en ambientes monótonos o aburridos.
Así que en algún momento se van a un lugar dentro de la misma empresa a jugar, un tobogán, a comer un bocadillo o a nadar para liberar el estrés. Luego vuelven a su jornada.
Y es que en efecto, esto aumenta la productividad. No es lo mismo andar de duelo que con el ánimo a mil por hora, explica.
2.0 el lenguaje universal
En este punto, “yo quiero decirle a las empresas: señores permitan ustedes o no las redes sociales, sus empleados en las horas de trabajo están conectados porque tienen un smartphone. Entonces lo mejor es subirse a la ola y utilizar a favor su marca lo que ya está ocurriendo”, añade.
Hoy en día se debe tener presente que estar fuera de las redes es estancarse, porque son un recurso poderoso de posicionamiento, de branding, de ventas, que no puede dejar de utilizarse.
“Y si la empresa está en las redes, pero los empleados no, como quiera siempre van a estar en la boca de alguien, porque hay 2.2 millones de salvadoreños conectados en Facebook y la tercera parte de los salvadoreños estamos conectados a Internet”.
Sin lugar a dudas, la realidad 2.0 nos ha transformado y no estar ahí es un riesgo. Como explica Guerrero, es casi como hablarle en inglés a quien habla chino. Porque el lenguaje universal de hoy es el mundo 2.0 y tiene sus características y sus principios.
Así que aproveche que esa posibilidad de producción existe y úsela a favor de su empresa y de sus objetivos.