WASHINGTON. Legisladores republicanos presentaron un proyecto de ley para afrontar la crisis inmigratoria en la frontera con México mediante el envío de efectivos de la Guardia Nacional y la aceleración de las deportaciones de jóvenes centroamericanos.
El costo de la iniciativa republicana llega a los $659 millones para los últimos dos meses del actual año fiscal, mucho menos de los $3,700 millones solicitados por el presidente Barack Obama para este año y el próximo, y menos también que la propuesta de $1,500 millones de la comisión de gastos de la cámara.
Con estos recortes se intenta ganar el apoyo de los más derechistas y aprobar algo antes del fin de semana, cuando comienza el receso anual de agosto. Esto les permitiría decir que trataron de resolver el problema humanitario, aunque el proyecto no tiene posibilidades de convertirse en ley.
La medida incluye cambios rechazados por la mayoría de los demócratas, que permitirían enviar rápidamente a decenas de miles de jóvenes centroamericanos de regreso a sus países sin la posibilidad de una audiencia judicial.
Por su parte, el Caucus Hispano del Congreso dijo que sus miembros votarán en contra de cualquier propuesta que incluya cambios a la ley de tráfico humano, aprobada en 2008.
La ley garantiza una audiencia judicial para menores no acompañados que lleguen a la frontera desde cualquier país que no sea México o Canadá.
“Nosotros estamos dispuestos a votar, siempre y cuando se defienda los mejores intereses de esos niños y cada uno de esos niños tengan su día en corte como es la ley del país”, dijo el congresista demócrata Luis Gutiérrez.
Por su parte, el presidente de la Casa de Representantes, John Boehner, dijo que el proyecto pasaría a votación mañana.
Pero aunque lo apruebe la Cámara Baja, el Senado con mayoría demócrata probablemente lo rechazará y seguirá adelante con su propio paquete para la frontera, con un costo de $2,700 millones.
Visita de vicecancilleres
Mientras, ayer, los vicecancilleres centroamericanos terminan su gira por la zona fronteriza en Artesia (Nuevo México, EE. UU.), donde visitaron el centro de procesamiento que alberga a decenas de menores y mujeres a la espera de su deportación.
“Las instalaciones son buenas, recorrimos los cuartos, los niños tienen áreas decentes donde duermen con sus mamás, porque la mayoría son mujeres”, dijo el vicecanciller de Guatemala, Óscar Padilla.
Los vicecancilleres de El Salvador, Guatemala y Honduras, junto a funcionarios de la red consular fronteriza llegaron el viernes pasado a McAllen (Texas) para participar en una capacitación de tres días sobre derechos humanos y normativa internacional para la protección de los niños inmigrantes. —AGENCIAS