Desde mayo el precio del frijol reporta alzas consecutivas de precios en el mercado interno, encareciendo la canasta básica. La libra costaba alrededor de US$0.50, hoy es vendida a más de US$1.10 en plazas populares y alrededor de US$1.25 en supermercados. Los precios internos se han duplicado.
Los análisis oficiales e independientes señalan una situación crítica, lo que ha llevado al gobierno a tomar medidas para incidir en estos mercados.
La primera política pública fue el Acuerdo del MAG No. 516, del 14 de mayo de 2014, el cual, para hacer frente al desabastecimiento aplicó una restricción a la exportación de frijol bajo el criterio económico de que frenando las salidas equilibrará la oferta y demanda interna. Este Acuerdo cobró vigor a partir del 15 de mayo y la restricción aplicará hasta el 15 de agosto. Esta medida vigente hasta octubre en dependencia de cómo el Ministerio evalúe el mercado a resultas de otras medidas.
Si llama la atención, que el Acuerdo se fundamenta en la Constitución, los tratados OMC y de la integración con la figura de desabastecimiento, argumentando que… “se han experimentado factores climáticos que están afectando la producción de frijol rojo en países tradicionalmente superavitarios en la producción de éste, lo cual ha generado a nivel local un incremento súbito de las exportaciones de frijol rojo, y el consecuente incremento de precios en el mercado nacional”… Sin embargo, pese a reconocer una situación internacional, oficialmente se insiste en el acaparamiento como explicación del incremento de precios. Defensoría del Consumidor aún no reporta resultados en este sentido.
Una segunda medida fue llevar el caso al Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO). A este foro El Salvador solicitó un contingente de 9,000 TM de frijol rojo a cero arancel y el justificativo es: “atenuar los efectos del incremento de los precios del referido producto como consecuencia de las condiciones de desabastecimiento en la región centroamericana”.
La tercera medida el Acuerdo No. 727 del 4 de este mes. Éste establece los requisitos y procedimientos legales para acceder al contingente de 9,000 TM (198,414 quintales). Los Ministerios de Economía, Agricultura y Ganadería y Hacienda abordaron el problema desde otra perspectiva, fundando la medida en que …”en la región centroamericana se está generando un movimiento especulativo de los precios del frijol; situación que se agudiza por un eventual efecto del fenómeno del niño en la presente cosecha”….
En los tres instrumentos no habla de acaparamiento, un criterio que se ha expresado oficialmente en los medios, lo cual debería haber resuelto Defensoría del Consumidor con acciones concretas, más allá de auditorías.
Estas medidas deberían aumentar la oferta de frijol, bajando los precios. Es más, el último acuerdo ministerial declara un franco desabasto.
Además de haberse prohibido la exportación de frijol, incluso a Venezuela, importar por contingente exige al beneficiario no importe …”para un destino distinto a la venta al detalle”… y tampoco pueden participar quienes …”se dediquen a la reexportación o industrialización”.
Estamos ante un clásico contingente de desabastecimiento.
Y dado que no hay control de precios o precio máximo, el gobierno debe ser hábil en aplicar instrumentos que promuevan un mercado competitivo.
Los ministros deben apoyar que los agentes económicos introduzcan a la brevedad frijol que aumente la oferta y extingan cualquier expectativa especulativa. En tanto que el MAG cumple su tarea, estimular la producción.
Frenar importación en estos momentos críticos, hablamos de días claves, sería adverso. Los productores deben exigir acompañar esta medida de “shock” de acciones para estimular la producción. Sino solo continuaremos con la apertura comercial que daña la agricultura.
* Colaborador de El Diario de Hoy.
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