En un momento en el que socorristas de instituciones humanitarias y empleados forenses han denunciado que las pandillas los acosan o los extorsionan cuando brindan un servicio a la población, la noche del domingo fue asesinado un voluntario de Cruz Roja Salvadoreña.
Francisco Alfredo Velásquez Melgar, de 44 años, fue ultimado a balazos en el barrio La Playa, a un costado de la alcaldía de Acajutla, en Sonsonate.
Él fue una de las 32 personas que fueron asesinadas entre el viernes y el domingo, según las estadísticas de las autoridades.
Las primeras averiguaciones arrojan que Velásquez salió de la sede de Cruz Roja de la localidad y cuando iba en bicicleta rumbo a su casa fue interceptado por sus verdugos.
Sobre el móvil del atentado hay tres hipótesis: la de sus familiares es que el socorrista supuestamente les había dicho que lo habían amenazado por “cosas de mujeres”.
Mientras que un delegado de la Policía manifestó a un noticiero televisivo que Velásquez presuntamente tenía afinidad con las pandillas y por eso lo habrían asesinado.
“El señor subía unos spot (videos) a Internet alusivos a ya sabemos qué y se presume que de eso pudo haber dependido la muerte”, dijo un policía que llegó a la escena.
Cuando el reportero le preguntó al agente que si Velásquez se identificaba, de alguna manera, con las pandillas él respondió que sí: “Según la vox populi y la Policía que lo tiene ya acá en esa forma”.
No obstante, otras fuentes policiales señalaron que el socorrista fue asesinado porque en su cuenta de Facebook supuestamente había escrito mensajes que iban en contra de las pandillas, por lo que aparentemente miembros de estos grupos delictivos que conocían a la víctima fueron quienes la mataron.
Se intentó conocer la opinión de Cruz Roja Salvadoreña sobre este asesinato pero una vocera se limitó a decir por teléfono que todavía no tenían información suficiente sobre el caso y que desconocían si Velásquez aún tenía vigente el carné que lo hacía miembro del organismo de socorro.
Ayer, en la Asamblea Legislativa, un delegado de Comandos de Salvamento volvió a denunciar que las pandillas, sobre todo las de Quezaltepeque, en La Libertad, les impiden hacer labor es humanitarias porque los acosan o amenazan de muerte.
Matan con saña a cinco supuestos pandilleros
Dos hombres que según las autoridades pertenecían a la mara Salvatrucha fueron asesinados, ayer, a las 3:00 de la madrugada, en el cantón Hacienda Nueva, en Concepción Batres, Usulután.
José Manuel Martínez Quintanilla, de 23 años, y otro hombre, que no pudo ser identificado, fueron asesinados a balazos en la calle principal del cantón, tras haber participado en un velorio.
La Policía informó que el hombre no identificado tampoco pudo ser reconocido por los pobladores debido a que los homicidas le destrozaron el rostro a balazos.
Los delegados forenses calcularon que el hombre tenía entre 20 y 25 años.
Horas después, otros dos sujetos fueron encontrados muertos en un potrero del cantón Las Dispensas, en San José Villanueva, La Libertad.
Sus parientes los identificaron como Kevin Eduardo González Cubías, de 17 años, y Fernando Alejandro Vides Valle, de 20.
Las autoridades informaron que ambos estaban involucrados con las pandillas y que uno de ellos tenía antecedentes penales.
Los supuestos mareros fueron raptados la noche del domingo en la colonia La Vega, de ese municipio, y los trasladaron al lugar donde horas después los encontraron muertos.
Se supo que ambos fueron atacados con arma blanca y de fuego. Tenían las manos atadas hacia atrás y estaban boca abajo. Los cadáveres estaban a una distancia de cien metros uno del otro.
Las autoridades no descartaron que estos asesinatos hayan sido cometidos en venganza por un doble homicidio cometido la noche del domingo en Zaragoza, La Libertad.
En ese ataque, los hombres asesinados fueron identificados como Mario Érick Ruano, de 34 años, y Melvin Isaías Cruz, de 17. Los dos viajaban en la Ruta de buses 102, de donde fueron obligados a bajar por sus atacantes.
La Policía informó que Ruano era cabecilla de la pandilla 18 que delinque en la colonia La Fuente, en Zaragoza.
Las autoridades informaron ayer que el hombre de 20 años ultimado en San José Villanueva trabajaba lavando buses de la Ruta 151, que hace su recorrido entre ese municipio y San Salvador.
Mientras la Policía y Fiscalía hacían el reconocimiento de las víctimas en La Libertad, otro hombre que no pudo ser identificado fue localizado dentro de un saco de nylon, en la calle principal del cantón San Nicolás, en Monte San Juan, Cuscatlán.
Fuentes policiales dijeron que el señor tenía unos 40 años y presuntamente había desertado de la pandilla 18.
El cuerpo tenía lesiones en el pecho y le habían mutilado las piernas.
El jueves anterior, los cadáveres de un hombre y una mujer fueron encontrados en circunstancias similares en el kilómetro 37 de la carretera Panamericana, en El Carmen, un municipio cercano a Monte San Juan.
Las víctimas, según los forenses, tenían unas dos semanas de haber sido asesinadas.
Muere adolescente en fuego cruzado
Jairo Flores Barahona, de 16 años, murió la noche del domingo en fuego cruzado entre agentes policiales que se enfrentaron con pandilleros en el caserío Nueva Esperanza, en Izalco, Sonsonate.
La víctima, quien se supo que adolecía una enfermedad mental, estaba comprando en una tienda cuando ocurrió la balacera.
Un proyectil le cayó en la cabeza y pereció cuando era llevado al hospital. Hubo cinco detenciones.
En otro hecho, la Policía informó que José Camilo Saravia, de 40 años, fue asesinado en el patio de su casa, en caserío Cacaonance, cantón Labranza, Sociedad, Morazán.
Además, un presunto pandillero atacó a un hombre en la colonia El Milagro, en San Marcos, al sur de San Salvador.
La víctima murió cuando era trasladada al hospital. La Policía presume que el delincuente atentó contra el hombre porque se resistió a ser asaltado.
Hasta el 1 de enero y el domingo, las estadísticas de las autoridades revelaban que 1,543 personas habían sido asesinadas en todo el país, 633 homicidios más que en 2013.