LA UNIÓN. La Escuela de Educación Especial funciona gracias al buen corazón de dueños de tiendas, personas particulares y al esfuerzo de padres de familia y autoridades que realizan diferentes actividades para recaudar fondos y solventar la compra de material didáctico y alimentos para los estudiantes.
Esto, debido a que la institución aún no ha recibido el bono educativo que el Ministerio de Educación debió desembolsar en el primer trimestre del año.
Con gran sacrificio, padres de familia y maestros, apoyados por particulares, realizan actividades en las que venden golosinas para recaudar fondos y paliar un poco las necesidades económicas de los docentes, a quienes les cancelan su salario del bono que Educación les adeuda.
El tan ansiado bono anual es de cuatro mil dólares, sin embargo, a estas alturas deberían de haberles entregado la mitad, pero de eso nada, según los educadores.
Personas particulares, y dueños de tiendas colaboran con algún material didáctico para aliviar la carente situación en dicha escuela.
Esta semana, la directora recibió la visita de representantes de los Derechos Humanos, de las oficinas de La Unión, para verificar si el Ministerio de Educación les había entregado el bono escolar.
La respuesta de la dirección a los delegados, es que aún no les han realizado el depósito de los fondos respectivos, y que en años anteriores lo han recibido en febrero.
Martha Segura, directora de la escuela, confirma la visita y que la razón fue averiguar, si habían atendido las condiciones de funcionamiento de la escuela, debido al retraso del bono educativo.
“Fui a la departamental de Educación a preguntarle al pagador, y me confirmó que aún no habían depositado, le pregunté ¿por qué a algunas escuelas ya les habían depositado? y me dijo que eso ya venía asignado, los nombres de las escuelas a depositar”, dijo la directora.
Lo más grave es que de ese dinero cancelan el salario de cuatro maestros y la compra del material didáctico.
Segura, explica que al inicio, algunos maestros habían dicho que dejarían de laborar, pero viendo la necesidad de los estudiantes, no lo han hecho, por amor a los niños.
“Por eso los padres, con grandes sacrificios económicos, han puesto de su bolsa para hacer golosinas y vender para reunir dinero y darles algo a los profesores; se han hecho dos actividades y se ha recaudado 95 dólares”, dijo Segura, preocupado por la situación de los maestros.
Fidel Mendoza es maestro de Terapia y Lenguaje.
Es uno de los afectados por la falta de pago de salario. Viaja todos los días desde caserío La Paz, del cantón Sarilla, de La Unión, hasta la cabecera.
“Pago 80 centavos de pasaje todos los días, aparte de la alimentación; he estado a punto de buscar otra oportunidad de trabajo, pero no perdemos las esperanza que pronto nos pagarán, el esfuerzo lo hacemos por los niños y niñas de la escuela”, comentó Mendoza.
Se buscó la versión del director departamental de Educación, Carlos Reyes, pero en la secretaría dijeron que estaba en una reunión. Las autoridades de la escuela dicen que no les queda más que esperar.