Gobierno de Funes subestimó deporte y atletas nacionales

El presidente saliente ni siquiera prometió nada en este rubro en su discurso de toma de posesión. Esto marcó su gestión

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La administración del presidente Funes en el campo deportivo, según dirigentes y atletas consultados, ha sido lamentable, pues no hubo progreso alguno. Foto EDH / Archivo

Por Rafael Cárcamo nacional@eldiariodehoy.com

2014-05-24 6:00:00

Por lo único que la afición salvadoreña recordará quizá al presidente saliente Mauricio Funes es por el anunciado reparto de camisetas –cuya elaboración no dice si paga con fondos públicos– en el Estadio Cuscatlán por el término de su gestión en la final del fútbol de este domingo.

Por lo demás, ni plan ni más presupuesto, nulo descubrimiento de talentos, desprecio al atleta nacional y nula visión para incorporar al deporte en los planes de estudio.

Así se puede resumir parte de los peores cinco años que ha vivido el deporte salvadoreño, y es por lo cual dirigentes deportivos y atletas coinciden en que una de las grandes deudas que deja como herencia el gobierno Funes es, en primer lugar, que no se concretó un incremento al presupuesto para el deporte, de tal forma que se marcara un cambio significativo en cuanto a nivel competitivo y en cuanto a resultados se refiere. También consideran que no hubo un decidido apoyo a los deportes de alto rendimiento.

Con un panorama marcado desde el inicio por una falta de compromisos concretos para con el deporte por parte de la Presidencia, todo el peso de la política deportiva quedó en manos de Jaime Alberto Rodríguez, La Chelona, en quien recayó la presidencia del Instituto Nacional de los Deportes (INDES).

Como parte del círculo de amigos del presidente Funes, su llegada al INDES fue vista por un sector de dirigentes, atletas y periodistas con optimismo y esperanza. Otros vieron su llegada con fuertes sospechas e interrogantes.

Una de las más notables banderas de Rodríguez, ya como presidente, fue “La Estrella es el Atleta”, con el cual envió el mensaje de que en su administración se trabajaría teniendo como punto central y razón de ser al atleta, algo que al final del periodo resultó ser cuestionable.

Durante sus primeros seis meses, Rodríguez, el presidente del INDES, resaltó mucho el que estaban trabajando duro en el reordenamiento administrativo de las federaciones deportivas, pues en varias ocasiones se quejó públicamente de que este problema no dejaba avanzar a muchas de estas.

Rodríguez resaltó, cuantas veces pudo, que apostaría fuerte por la masificación deportiva, para lo cual identificó como sus mejores aliados en este esfuerzo a las distintas federaciones.

Acceso al deporte

Jaime Rodríguez se comprometió a impulsar con mayor determinación el deporte comunitario, sobre la premisa de que éste debe ser accesible a todos los salvadoreños, vivan estos en la ciudad o en las zonas rurales.

De ahí que surgieron proyectos concretos como “Muévete”, con el cual se pretendió motivar a los ciudadanos a hacer alguna actividad deportiva en sus comunidades.

Rodríguez dijo que había optado por mejorar parte de la infraestructura deportiva en el interior del país, como el Complejo Deportivo de La Unión y el Estadio de San Vicente, así como la construcción de la Ciudad Deportiva Inclusiva, con la cual se incorporó a aquella población que padece de alguna limitante física e intelectual, pero que practica algún deporte.

Todas estas iniciativas emprendidas por la administración de Jaime Rodríguez son vistas y valoradas ahora, al cierre de su periodo, como muy buenas por algunos dirigentes y atletas. Otros consideran que se quedó corto y que sobre la marcha equivocó el rumbo, mientras otros sectores consideran que algunas de estas fueron acertadas.

Al finalizar el periodo, Rodríguez defiende sus proyectos y a la vez justifica el por qué no pudo hacer más. Para ello expone, en primera línea, que el país no gozó en estos cinco años de una bonanza económica que le permitiera al Ejecutivo asignar mayores recursos al deporte.

Dirigentes alzan su voz

Para el expresidente del Instituto Nacional de los Deportes (INDES), Enrique Molins, los pobres resultados que el deporte nacional sigue dando en eventos internacionales y regionales son producto del olvido en que el gobierno del FMLN mantiene al deporte.

“El efecto del presente Gobierno se refleja en un retroceso de 20 años”, valoró. “Todas las Federaciones nos sentimos totalmente olvidadas en el periodo del presente gobierno, al mantener congelado el presupuesto del INDES, que es de donde sale el presupuesto de las federaciones”.

Luis Chévez y Pablo Ventura, presidentes de las federaciones de judo y béisbol, coincidieron en que durante la administración Funes el deporte no fue prioridad y ello se refleja en que su presupuesto no fue incrementado.

Chévez recordó que el deporte enseña a los jóvenes disciplina, responsabilidad, carácter y otras tantas virtudes que los alejan de los vicios, pero este aspecto fue ignorado por las autoridades, comenzando por Funes.

“Es una lástima”, dijo Ventura. “En una sociedad tan plagada por la delincuencia, los jóvenes necesitan de mayores espacios para hacer deporte… pero esto nunca se entendió”.

Para Carlos Burgos, seleccionado nacional de ajedrez, la herencia que dejará Funes al deporte es casi nulo, pues no hubo compromisos de su parte, y los recursos fueron limitados para asistir a los eventos internacionales a los que normalmente acude el país.

Melissa Mikec, seleccionada de tiro deportivo, manifestó que “las deudas deportivas se pueden ver en dos aspectos, primero es la parte monetaria, pues hizo falta solventar preparaciones, compra de materiales, competencias, etc. El segundo aspecto es el tiempo y experiencia que se pudo aprovechar para esas preparaciones, algo que no se puede reponer y es un aspecto fundamental para forjar a un atleta de alto rendimiento”, comentó.

Lo único que si prometió y cumplió, pero ya sobre la marcha de su mandato y forzado por los éxitos de la Selección de Fútbol Playa, es la construcción de dos estadios, uno en el sector de Apulo y otro en la Costa del Sol. Pero debemos hacer notar que esta acción benefició al fútbol, no al deporte olímpico.