Como lo publica El Huffington Post, esta impresora 3-D puede crear distintos productos y en cualquier color que se desee. Simplemente hay que elegir el color que más nos guste de cualquier imagen, y seleccionar el código de ese color mediante un sistema de edición fotográfica. A partir de ahí llegan las infinitas opciones de sombras de ojos y labiales.
Choi ha enseñado por primera vez su maquinita, de nombre Mink, en una conferencia tecnológica que tiene previsto lanzarla al mercado a finales de 2015 por un precio aproximado de 200 dólares, unos 140 euros.
Los compuestos que utiliza la maquina para fabricar los cosméticos ya han sido aprobados por la FDA, la Food and Drugs Administration estadounidense, y Grace Choi afirma que son muy similares a los que utiliza cualquier gama, de la más barata a la más cara, de la industria cosmética.
La creadora asegura que su público sería el de las chicas más jóvenes, mujeres “de entre 13 y 21 años”, ya que todavía no tienen fidelidad a una marca de maquillaje concreta y tienden a jugar más con colores y texturas.
¿Comprarías este impresor?
Print Your Own Makeup With Mink