El empresario Michael Rudoy (fundador de la plataforma social Big Live) denunció por Twitter a la firma de lencería La Perla por incitar a la anorexia por utilizar en una de sus tiendas, un maniquí al que se le marcaban las costillas, nada natural y que podía dar a pie a malas ideas para todas aquellas adolescentes que sueñan con estar más delgadas.
Rudoy dejó el caso en manos de la organización Truth in Advertising que combate irregularidades en el mundo de la publicidad. Y en menos de una hora, La Perla sacó el maniquí y respondió pidiendo disculpas mediante un comunicado:
“El maniquí ya no está en el escaparate de la tienda, no volverá a ser usado nunca más en ninguna boutique de La Perla. Estamos llevando a cabo un proceso de rediseño de nuestras tiendas con una nueva imagen, pero estos maniquíes no se usarán de nuevo. Apreciamos y valoramos las opiniones de todos. Gracias por señalarnos esta cuestión”.