Valero Lecha, un hombre sencillo, carismático, aman te de la cocina y la naturaleza, dejó la tierra cuscatleca el pasado viernes mientras se sometía a una cirugía de corazón abierto.
Lecha, hijo del artista de la plástica Valero Lecha, estuvo dedicado a su familia y a su Vivero El Patio.
“Una persona de buen humor y con gran carisma por hacer amigos, se entregaba apasionadamente a su familia y a sus amistades. Un hombre con quien uno podía contar en cualquier circunstancia”, explicó a El Diario de Hoy, Ignacio Lecha al preguntarle por su padre.
Para el nieto del artista, fue una persona talentosa y disciplinada en su vida profesional y personal. Valero Lecha, el ingeniero que se dedicaba a la naturaleza en el Vivero El Patio, contribuyó a la creación, remodelación y mantenimiento de espacios exteriores de amantes a la naturaleza como un apoyo incondicional a las actividades culturales del Museo de Arte de El Salvador ( MARTE).
“Mi padre seguirá en nuestra memoria. Sabemos que estará con nosotros siempre. Eso nos da una alegría y tristeza al mismo tiempo. Pero seguimos su ejemplo, un hombre extraordinario para seguir sus pasos”, añadió su hijo.
A Valero Lecha también le gustaba cocinar y tenía una atención peculiar con los bonsáis, su cuidado y decoración. Fue homenajeado por amistades y familiares en Capillas Memoriales y ahora sus restos descansan en la cripta Corazón de María.