El estudio del consorcio EM&A estima que debido al número de accionistas que invertirán en la obra, y a la incertidumbre, y riesgos asociados a los ingresos que toda obra de esta naturaleza presenta, alguna institución del Gobierno presentan una garantía de apoyo a los financieros internacionales.
Los riesgos también están asociados tanto por los propios ingresos derivados de la demanda de usuarios como por los costos del sistema. Las principales modalidades de garantía de soporte, que recomienda son: “Seguro de garantía contratado con aseguradoras internacionales; fianza bancaria a nombre del propio Gobierno de la República de El Salvador, contratado con instituciones financieras internacionales; fondo de garantía gestionado por una entidad financiera de elevada credibilidad internacional, con reglas de capitalización y retirada de recursos”. Una de las garantías que EM&A no considera conveniente fue el empeño de ingresos generadas por el Gobierno de la República de El Salvador en el exterior, por ser menos interesante.
Sin especificar qué tipo de garantía, Miguel Castañeda solo dijo que “el gobierno está garantizando la operación a través de la concesión (Sitramss)”. Y aseguró que el fideicomiso mismo “es la garantía” , el cual es administrado por el Bandesal.