ECUADOR. El caricaturista ecuatoriano Javier Bonilla, sancionado por la Superintendencia de la Información y la Comunicación (Supercom) de su país por una de sus viñetas, afirmó que la medida tomada contra él es un mensaje a los medios de comunicación para que “ejerzan la censura previa”.
En el diario El Universo de Guayaquil, que publica las caricaturas de “Bonil”, como firma el dibujante, y también que fue sancionado por la Supercom, apareció ayer la rectificación de la caricatura publicada el 28 de diciembre.
En la caricatura original se veía a un grupo de policías llevándose unas computadoras de una vivienda en la que habían practicado un registro y al pie se leía que la Policía y la Fiscalía se habían llevado “documentación de denuncias de corrupción”.
El registro al que hacía alusión la caricatura se llevó a cabo en la casa de Fernando Villavicencio, asesor del asambleísta de oposición Cléver Jiménez, según el Gobierno, debido a una orden judicial para investigar la supuesta vinculación de ambos en la obtención ilegal de información confidencial del presidente del país, Rafael Correa, y de colaboradores suyos.
En la caricatura de ayer, publicada con la indicación de que es una “rectificación”, tal como exigió la Supercom, los agentes llevan flores en su diligencia y el dueño del domicilio registrado los recibe con amabilidad y sin desconfianza.
El texto rectificado dice: “Policía y Fiscalía allanan domicilio de Villavicencio e incautan sus tablets, computadoras y celulares”.
La Supercom resolvió el pasado viernes exigir a Bonilla una rectificación en un plazo de 72 horas y al diario El Universo le impuso una multa equivalente al 2 % de su promedio de facturación de los últimos tres meses como “responsable de la información y/o opiniones que comunica”.
“Esto que se ha producido es un mensaje al diario El Universo, y por intermedio de ellos, a los medios de comunicación, para que ejerzan la censura previa que está expresamente, además, prohibida en la propia ley”, dijo Bonilla.
El caricaturista no ve “señales como para ser tan optimista” de pensar que en el país hay un panorama de “sana libertad de expresión”. —AGENCIAS