“¿Qué puedo decir? Nada más que fue asesinado por la delincuencia que vive nuestro país”, afirmó ayer un pariente del joven, mientras esperaba que en el Instituto de Medicina Legal (IML) le entregaran el cuerpo de su sobrino, Marco Javier, de 17 años, quien murió ayer en la madrugada luego de recibir un disparo en el pecho tras ser asaltado en la colonia Escalón.
El tío del joven dijo que no sabía cómo había sucedido el crimen; sin embargo, autoridades policiales cuentan con la versión de una persona que acompañaba a Marco Javier, un joven que estaba próximo a graduarse de un colegio bilingüe que funciona en Santa Tecla.
De acuerdo con las primeras pesquisas, el asalto fue cometido aproximadamente a la medianoche en la colonia Escalón. Aparentemente, los delincuentes solo pretendían robar el pick-up, un Mitsubishi de año reciente en que ambos viajaban.
Pero en ese mismo instante, los hampones le exigieron a Marco Javier que se quitara los zapatos y se los entregara, a lo cual el joven se resistió, forcejeó con los ladrones y estos le dieron un balazo.
Ya herido, los criminales se lo llevaron junto a su acompañante, y de la colonia Escalón los trasladaron rumbo al bulevar Constitución, al final del cual, ambos fueron abandonados.
Luego de permanecer aproximadamente 15 minutos en el referido redondel, un carro policial pasó por el lugar y los auxiliaron.
“Por más que los compañeros le metieron la pata al acelerador, el muchacho murió justo al llegar a la unidad de Salud de Zacamil”, manifestó un agente policial ayer, tras ser consultado sobre el hecho.
Inicialmente familia creyó que era secuestro
El cuerpo de Marco Javier fue reconocido en las instalaciones de la Unidad de Salud de la colonia Zacamil, según las fuentes policiales, y luego trasladado a la morgue de Medicina Legal en San Salvador, donde ayer a las 10:00 a.m., fue entregado a sus familiares.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía General (FGR), la familia de los jóvenes creyeron que se trataba de un secuestro. Sin embargo, la Fiscalía descartó esa posibilidad, pues nunca hubo exigencia de rescate.
Al cierre de esta nota, oficialmente, aún no se sabía si se habían efectuado detenciones o si el auto robado ya había sido localizado.
De los asesinos, la única testigo del crimen no ha podido aportar mayores datos.
La joven solo ha dicho que vio a dos hombres y que andaban en un “carro viejito”.