El exviceministro de Justicia y Seguridad Pública, Douglas Moreno, es el segundo exfuncionario de este Gobierno que declara ante la Fiscalía General que el presidente Mauricio Funes estaba al tanto de lo que acontecía alrededor de la tregua entre las pandillas.
El primer exfuncionario que lo vinculó en su declaración ante el Ministerio Público, cuya grabación fue divulgada esta semana, fue el exdirector de Centros Penales, Nelson Rauda, ante la interrogante de los fiscales sobre si todo lo relacionado a la tregua venía de una directriz del Presidente de la República.
Rauda respondió que “el ministro (David Munguía Payés) en alguna oportunidad reiteró que el presidente tenía conocimiento. Si eso es cierto o no, no lo sé”.
En el interrogatorio de Moreno, cuya grabación también salió a luz, los fiscales le preguntan al exviceministro de Seguridad: ¿Usted manifiesta que la salida de los pandilleros del Penal de Máxima Seguridad fue avalada por el presidente de la República, también?
Entonces, Moreno les responde: “Sí, creo que la característica de la magnitud de lo que se iba hacer requería del conocimiento del Presidente de la República, porque era una cantidad, ya ni me acuerdo cuántos eran, 25, no sé cuantos, eso ni se lo echaba solo tampoco el ministro (Munguía Payés), que después de eso el ministro le contara todos los detalles, eso es otra cosa”.
–¿Tuvo que ser avalado? –le repregunta una fiscal, y Moreno le contesta: “Ahí, sí, por la magnitud del número de personas que se iban a trasladar, el ministro tenía que buscar el respaldo también del presidente para eso… eso no quita que no conociera toda la historia de esto, incluso los aspectos de legalidad”.
Traslados
Ante la interrogante de los fiscales de que si a su criterio los traslados de los 30 cabecillas de Zacatecoluca a centros penales del régimen ordinario fue apegado a la ley, y no por cuestiones de humanidad ni nada por el estilo, Moreno dice: “Por las 24 horas en las que creo que se dio esto… o sea yo tengo la información de que ellos toman la decisión el 8 de marzo (de 2012), no, a ellos los trasladan el jueves 8 si no me equivoco, pero ellos han tomado la decisión el 7 o 6 de marzo y los trasladan el jueves 8, esa premura creo que se rompieron (los procedimientos que señala la Ley Penitenciaria)”. Agregó que la clave para determinar si se violaron los procedimientos legales o no, está en verificar si los dictámenes de los Consejos Criminológicos llegaban a la conclusión de que podían salir de Zacatecoluca.
“Si yo a El Sirra lo saco en el 2009 con dictámenes criminológicos más que pedido por mí, dictaminado por el Consejo y no soportó estar fuera mucho tiempo, lo tuve que regresar porque la Policía lo rastreó que estaba dirigiendo crimen otra vez”, dice Moreno en su testimonio.
Sin embargo, los fiscales que investigan las supuestas ilegalidades cometidas alrededor de la tregua entre pandillas le manifestaron al exdirector de Centros Penales, Nelson Rauda, que cuentan con información que está por ser confirmada, que los análisis criminológicos de los 30 pandilleros los habían hecho después de que estos reclusos habían sido sacados del penal de Zacatecoluca.
Moreno confirmó que Raúl Mijango y monseñor Fabio Colindres comenzaron a ingresar al penal de Zacatecoluca después del 7 de febrero de 2012, es decir, luego de que él asume como viceministro de Justicia y Seguridad Pública. Antes había fungido como director de Centros Penales. Entonces Moreno sostiene en la entrevista que no sabe si su ascenso a viceministro de Justicia es por su “buen trabajo” o era para “quitarme de en medio”.
Sostuvo que un mes después que Mijango y Colindres comenzaran a ingresar al penal de máxima seguridad para que supuestamente hicieran el papel de mediadores de la tregua, se realizaron los traslados de los pandilleros al régimen ordinario. Moreno dijo que cuando él era director de los Penales, le negó la entrada a Mijango a Zacatecoluca.
Se escucha en la grabación que Moreno dice que a él nunca lo convocaron a las reuniones que hacía el exministro de Seguridad con los otros exfuncionarios para tratar los temas relacionados a la tregua.
Sostuvo que Munguía Payés ya dio dos versiones distintas en relación con la salida de los 30 cabecillas de las pandillas del penal de Zacatecoluca hacia otros reclusorios de menor seguridad.
En un primer momento, el exministro de Seguridad argumentó que era por cuestiones humanitarias, porque tenían más de año y medio de estar bajo el régimen de máxima seguridad y además porque algunos se encontraban bien enfermos.
“Ese es el primer argumento que aceptó como válido, un problema humanitario, y ese es el argumento que acepta monseñor Colindres que ya estaba trabajando con privados de libertad hace bastante tiempo”, dijo Moreno.
El exfuncionario agrega en su declaración: “Me confunden las declaraciones del general Munguía Payés cuando dice que va a trasladar a esos privados de libertad porque el penal tenía la amenaza de ser atacado con cohetes Low”, un argumento que para Moreno era incongruente por el hecho de trasladar a esos pandilleros de un Penal de Máxima Seguridad a uno de menor seguridad.
Sin capturas
Otras de las anomalías que revela Moreno es el hecho de que había una orden superior a la Policía que a los pandilleros que llegaran a entregar armas de fuego a las plazas públicas no fueran identificados ni capturados, aún cuando tenían órdenes de captura.
Ante la pregunta de que si sabía quién había dado esa orden, respondió que no, pero “me imagino que esa orden pudo haber venido del ministro (Munguía Payés), porque ni el director de la Policía se podía jugar eso”.
Uno de los fiscales le reveló que, en la entrega de armas en Apopa, llegaron pandilleros que tenían hasta ocho órdenes de captura y que no había ningún policía.
Respecto a los privilegios de pandilleros en las cárceles, Moreno dijo que gozaron de fiestas amenizadas con orquestas, el ingreso de mesas de billar, congeladores y abundante comida que era distribuida por los mismos reos. También reveló que hubo ingreso de televisores en exceso que estaban bajo el control de los pandilleros.