Elecciones: socialismo o libertad

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Por Por Julia Regina de Cardenal*

2014-01-15 6:02:00

Según la Sociedad americana por la defensa de la tradición, la familia y la propiedad, hay 10 razones para rechazar el socialismo. Entre éstas menciona las amenazas contra la libertad, la ley natural, la familia y la propiedad privada.

Señala que el socialismo y comunismo son la misma ideología. El comunismo soviético se auto llamaba Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (1922-1991). China, Cuba y Vietnam se autodefinen como naciones socialistas.

Viola la propiedad privada llamando “redistribución de la riqueza” a quitarle a los “ricos” para dar a los pobres, con impuestos que castigan a los que tienen la habilidad de administrar bien sus talentos productivos, capacidad de trabajo y de cuidar responsablemente sus recursos. Utiliza los impuestos de manera abusiva o confiscatoria para promover “igualdad” económica y social y así lograr su meta de “abolir la propiedad privada”, según el Manifiesto Comunista. Promueve odio entre clases, entre sexos, entre empleados y jefes, acusándolos de explotadores aunque en realidad sean generadores de empleo y oportunidades. Como consecuencia, elimina el sistema de ingresos basado en méritos, capacidades y productividad.

El socialismo viola la libertad personal al transferir los derechos y responsabilidades de los individuos y las familias al poder del Estado. Crea injusticia al destruir la libertad para decidir todo lo que se refiere a nuestra propia competencia y nuestro raciocinio en la ley moral. Quebranta la naturaleza humana al destruir la iniciativa personal, fruto de nuestro intelecto y libre albedrío, reemplazándola con el control del Estado. Tiende al totalitarismo con su gobierno y represión policial en todos lados en donde se implementa.

El socialismo se opone a la familia y ve la institución del matrimonio natural como otra forma de propiedad privada a la que hay que destruir, tal como lo afirma Friedrich Engels, fundador del socialismo y comunismo modernos, junto con Karl Marx. Asimismo se opone a los derechos de los padres en la educación de sus hijos, poniendo al Estado a controlar totalmente la educación de los niños. Casi desde que nacen los niños deben de ser entregados a las instituciones públicas, en donde se les enseña lo que el Estado desea, sin importar la opinión de sus padres.

Llama la atención que el FMLN, cuyos dirigentes aspiran a imitar el socialismo del siglo XXI y legalizar el aborto, es el único partido que se niega a ratificar la reforma constitucional que define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, a pesar que en 2009 firmaron un documento dando su palabra de hacerlo. Hoy en la Asamblea Legislativa estaremos pidiéndoles que honren su palabra, veremos si siguen dando excusas absurdas que desenmascaran la agenda antifamilia del partido o los dejan votar a conciencia.

El socialismo es ateo, no cree en Dios por considerar que choca con la “equidad absoluta”, afirmando que solamente la materia existe. Promueve el relativismo pues para el socialismo no existe ninguna verdad absoluta ni moral revelada que establezca estándares de conducta que aplican a todos, para respetar y proteger los derechos humanos de cada persona. Argumenta que todo evoluciona incluyendo el bien y el mal. Se burla de la religión. Según Karl Marx, la religión es “el opio del pueblo”. Lenin, fundador de la Unión Soviética concordó en que la religión es como una droga espiritual que esclaviza a una vida imaginaria.

Abramos los ojos, observemos y este febrero votemos por la vida, el matrimonio, la libertad religiosa, el derecho de los padres como educadores, la familia y nuestro valores cristianos.

*Columnista de El Diario de Hoy.