Se cuida la cabeza con el aprendizaje

Todo el tiempo hay que aprender cosas nuevas, capacitarse más en algo, andar averiguando en el buen sentido del concepto

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Frank Velásquez se podría quedar sin jugar la Copa América por un error de logística de la Confederación Brasileña de fútbol. Foto EDH/Achivo

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2014-01-01 5:00:00

Las más recientes investigaciones sobre la Enfermedad de Alzheimer, la demencia senil, establecen que en la medida en que una persona mantiene su mente activa, será menor el riesgo de contraerla. Obviamente hay tristes excepciones, como la del ex presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, víctima del morbo pese al vigor intelectual que le caracterizó.

Por algo el consejo tan usual de maestros a alumnos, de padres a hijos o de un amigo a otro: nunca dejen de aprender, de enfrentarse a desafíos mentales.

Bien se trate de iniciar una nueva carrera, saber más de una disciplina, o leer de manera constructiva, todo el tiempo hay que aprender cosas nuevas, capacitarse más en algo, andar averiguando en el buen sentido del concepto.

Si, como Sócrates, sólo sabemos que no sabemos nada, las posibilidades de saber más son infinitas.

Comencemos con el propio trabajo. Dada la vertiginosa innovación e invención en tecnología, descubrimientos, o el simple hacer mejor las cosas, la necesidad de superarse que tiene una persona es permanente y urgente. Lo bueno es que hay oportunidad para ello, además de que la mayoría de empresas está dispuesta a financiar estudios y capacitaciones relacionadas con el propio giro del negocio. Todo es indagar y organizarse.

Para los más afortunados entre nosotros la Internet ofrece vastas oportunidades. La primera de ellas es, desde luego, la cantidad de información que allí se encuentra, incluyendo la relacionada con cursos de extensión y hasta carreras universitarias. Además están las innumerables publicaciones sobre los más variados temas.

Y allí se encuentra, como bien lo saben nuestros lectores, EL DIARIO DE HOY digital, la primera y más importante “página” electrónica en Centroamérica.

Nunca hay que estar

satisfecho

En la Internet se publican las ediciones electrónicas de los principales diarios del mundo, donde un lector acucioso puede obtener información relacionada con muchos campos del saber, lo que es una forma de aprendizaje. Hay noticias sobre ciencia, tecnología, arte, historia, además de los propios contenidos sobre sucesos y política. Y en esas informaciones se encuentran referencias para seguir investigando. Además hay que acceder a revistas especializadas en diversos campos, para seguir el pulso de la innovación.

Volvamos al aprendizaje como un esquema de vida. Para los profesionales, los que ya dejaron el aula universitaria, seguir aprendiendo es casi una cuestión de supervivencia, pues lo que eran saberes definitivos en 1992, en el 2013 están superados. Por ese motivo muchas multinacionales exigen a quienes les representan en otros países, mantenerse en la frontera del conocimiento como condición para conservar el vínculo comercial.

Igual que Sísifo, en la mitología griega, nunca se tiene un instante de descanso. Como vemos, tanto el bienestar físico de las personas, como su capacidad profesional y su ingreso, dependen en buena medida de su interés y esfuerzo por aprender y mantenerse vigentes. Y, en cierta manera, es lo mismo respecto a la salud: las personas serán más sanas si hacen ejercicio regularmente, si cuidan su dieta, evitan excesos y no abusan de sus cuerpos. Lo que se invierte en cuidados en la juventud, se recibe más tarde en salud.

Estas realidades plantean una obligación moral al maestro: la de inculcar en sus alumnos un sentido de responsabilidad en cuanto a superarse, a continuar aprendiendo, a no darse por satisfecho con lo que se sabe y se puede.