Disputa por un terreno se cobra cuatro víctimas en Cojutepeque

Dos hermanos y su primo fueron asesinados, ayer. Ya los habían atacado días atrás

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Los hermanos José y Manuel Zavala, de 23 y 25 años, junto al primo de ambos, Sebastián Rosales, de 35, fueron asesinados mientras dormían en una casa del cantón La Palma, Cojutepeque.

Por Diana Escalante Mauricio Cáceres sucesos@eldiariodehoy.com

2014-01-16 7:55:00

“No es que creamos, sino que es así: él mandó a sus hijos y empleados a matarlos por odios familiares, por la herencia de un terreno”, aseguró con voz firme un pariente de tres hombres asesinados, la madrugada de ayer, en el cantón La Palma de Cojutepeque, Cuscatlán, mientras le atribuía el ataque a un tío de las víctimas.

Este es el segundo hecho de violencia que la familia de José Isaac Zavala Rosales, de 23 años; su hermano Manuel de Jesús, de 25; y el primo de ambos, Sebastián Mejía Rosales, de 35, deben lamentar en apenas un mes.

El pasado 12 de diciembre, José Inés Zavala, de 68 años, padre y tío de las víctimas, respectivamente, fue hallado muerto en la calle principal del cantón Cujuapa, siempre en Cojutepeque, tras varios días de estar desparecido y haber recibido amenazas de muerte.

En esa ocasión, las autoridades informaron que la víctima presentaba varias heridas de bala. Para sus familiares, no cabe duda de que el autor intelectual de ese asesinato fue la misma persona que, según ellos, ayer envió a unos 10 hombres a cometer el triple homicidio.

Testigos del hecho relataron a las autoridades que, alrededor de las 12:50 de la madrugada de ayer, varios hombres vestidos con ropa oscura irrumpieron en el terreno donde habitaban las víctimas, con otros familiares, y se identificaron como policías.

Posteriormente entraron a un cuarto de bahareque, sin puerta, donde dormían los hombres y los mataron.

Un subcomisionado de la Policía que llegó a la modesta vivienda informó que los homicidas utilizaron una escopeta calibre 12 milímetros y una pistola para cometer el ataque. El oficial agregó que en el lugar encontraron unos 17 casquillos.

Según la Policía, el ataque iba dirigido a las víctimas, pues en el lugar hay otra casa donde había más personas, pero no les hicieron daño.

Algunos pobladores del caserío El Cusuco dijeron que el ruido de los disparos les interrumpió el sueño. Aunque algunos salieron de prisa a la calle para ver lo que había ocurrido, no lograron ver movimientos sospechosos.

Viven cerca del “enemigo”

Algunos familiares de José Isaac, Manuel de Jesús y Sebastián señalaron que unos parientes ya los habían amenazado de muerte y que “todo mundo sabía eso”.

Otras personas manifestaron que los jóvenes habían sobrevivido a un ataque reciente, pero se negaron a revelar más detalles sobre ese hecho.

Según se supo, los integrantes de esta familia vienen arrastrando sus rencillas desde hace varios años porque, según los informantes, un tío de las víctimas se quiere quedar con un terreno grande que actualmente tiene “en su poder” pero que, supuestamente, era propiedad de José Inés y de sus hijos.

“El terreno está ubicado en la calle a La Laguna, en La Palma, y (el tío y sus hijos) se lo han apoderado, pero no es de ellos”, aseveró el allegado de las víctimas.

Ayer, al mediodía, los dolientes lamentaban que las autoridades, hasta esa hora, no hubiesen arrestado a nadie relacionado con los cuatro asesinatos, ni hubieran ido a interrogar al tío al que le atribuyen los ataques, pese a que habita a escasos metros de la vivienda donde fue el hecho.

“Ya habíamos denunciado a ese señor en la Policía y la Fiscalía, pero ellos nunca hacen nada”, señaló en tono molesto una familiar de los Zavala.

Mientras las autoridades hacían el reconocimiento de los cadáveres, un pariente de lo ahora occisos que andaba bajo los efectos del alcohol llegó a la vivienda amenazando con un corvo a quienes veía al paso y los policías le apuntaron con sus armas para someterlo.

Las autoridades no descartaron que en el múltiple asesinato hubo participación de pandilleros de la 18. Testigos relataron que los delincuentes dispararon al aire mientras huían.