SAN MIGUEL. Las nubes de polvo que se generan sobre la calle que va hacia cantón Montegrande en San Miguel, son el cuento de nunca acabar para quienes residen a orillas de la vía, así como para los que la usan para desplazarse hasta sus trabajos cada día.
Los vecinos y personas que a diario van por la artería soportan y tragan, literalmente, el polvo que dejan los vehículos a su paso. Por años han pedido a la comuna que les ayude a mejorar dicho paso colocando asfalto, pero aseguran que no les prestan atención.
Dicen que el problema empeora en invierno, pues de tragar polvo pasan a casi nadar en la arteria que, con cada tormenta fuerte, se convierte en un caudaloso río para después ser un enorme pantano. Para mermar la situación, en ocasiones, lugareños se dedican, huacal en mano, a vaciar el agua que se acumula al centro de la calle.
Mientras que en el verano aseguran que deben soportar con frecuencia enfermedades respiratorias por toda la polvareda que aspiran.
Lamentan que las autoridades no hagan nada por mejorar la vía, más si toman en cuenta que se convertiría en un paso alterno, que de hecho lo es, para quienes se dirigen de San Miguel hacía Usulután o San Salvador vía Litoral y viceversa.
La calle que empalma la Avenida Roosevelt Sur, desde la Avenida José Simeón Cañas con la Carretera Litoral, en el sector de cantón El Jute, sería según los automovilistas, una excelente alternativa para evitar el tráfico que se registra desde la zona de la 30a. Avenida Sur, en las cercanías de un importante centro comercial migueleño, hasta la Calle Simeón Cañas.
Sobre el tema, se trató de abordar al alcalde Wilfredo Salgado, sin embargo no fue posible hacerlo. Lo mismo sucedió con el Ministerio de Obras Públicas.
Automovilistas abordados aseguran que si las autoridades repararan la calle, no solo beneficiarían a quienes a diario soportan las nubes de polvo, sino que le darían a la ciudad y conductores una arteria que desahogue la Roosevelt Sur y una nueva salida hacía Usulután.
Misael Rodríguez, un taxista, asegura que “si el alcalde o el MOP se decidieran a meterle mano a la calle, sería genial porque nos daría una nueva salida hacía Usulután.
Ahorita la calle se puede utilizar, pero hay tramos adelante de Montegrande que están malos y en el que solo carros grandes pueden pasar tranquilamente”.
Mario Hernández, repartidor de productos comestibles, asegura que “esta calle (Montegrande) y la del Sitio deberían de repararlas y ponerlas en buen estado. Ambas son una alternativa al tráfico pesado de la ciudad”.
La otra calle a la que se refirió Hernández es la que le da salida o entrada a la ciudad por la vía Panamericana, pero al igual que la de Montegrande, es de tierra y poco promocionada como ruta alterna, por lo que no muchos automovilistas las conocen.
La calle alterna de la Panamericana se extiende por casi dos kilómetros desde el cantón El Sitio hasta la Ruta Militar, por la colonia San Carlos. Evita que conductores se topen con congestionamientos.