A 10 años de trabajar con estudiantes de diferentes centros educativos del país, este programa no ha parado su cosecha.
En esta cuarta promoción, 39 jóvenes de escasos recursos económicos de los municipios de Ilopango, San Martín, San Salvador, Soyapango y Tonacatepeque recibieron sus investiduras académicas ayer.
Durante el acto de clausura, dos exalumnos de la primera promoción del Centro Supérate Adoc expresaron su agradecimiento a la fundación por permitirles crecer profesionalmente y contribuir al desarrollo del país.
Jaime Palomo, presidente de la fundación Adoc, manifestó que todo el esfuerzo realizado es premiado con la perseverancia de cada uno los graduados.
“Este día estamos recogiendo los frutos de la cosecha que iniciamos hace tres años. Estos diplomas que han recibido son el punto de partida para su desarrollo profesional”, dijo.
La educación complementaria recibida se enfocó en los más altos estándares de calidad en las áreas de Inglés y computación.
En estos rubros, los educandos recibieron las certificaciones internacionales correspondientes, con las cuales se abre una ventana de oportunidades.
” Hace 10 años nos embarcamos en esta aventura y los frutos se hacen notar”, dijo.
“Los empresarios apoyamos estas iniciativas que benefician a las nuevas generaciones y estos 39 jóvenes ya son parte del futuro”, sostuvo Gracia Rossi, gerente general de Microsoft El Salvador.
Un agregado a la enseñanza complementaria es la formación en valores que el programa ofrece en sus siete centros Supérate a nivel nacional.
Reconocimientos
Como parte de los logros académicos de los nuevos profesionales, el Centro Supérate Adoc premió la perseverancia de tres alumnos, cuyas notas fueron superiores a 8.5.
Asimismo, se reconoció a tres estudiantes integrales del Centro Supérate Adoc.
También se hizo un reconocimiento a la excelencia académica.
La homenajeada fue Leslie Argueta Morán, por tener las calificaciones más altas.
“Centro Supérate Adoc es parte de mi familia y con su apoyo he transformado mi vida a través de la educación. Ahora tenemos la llave de nuestro éxito y como promoción, vamos a dar lo mejor de nosotros para nuestro país”, refirió la galardonada.
Jaime Palomo afirmó que la única garantía para la vida es la educación. “Era una frase de mi padre y nosotros creemos en ella”, sostuvo al indicar que “estos muchachos y señoritas que salen de nuestro centro, dejan una marca en la fundación.”
De esta manera, cada uno de los alumnos adquirió, en los tres años de estudios, las habilidades y competencias que les permitirán integrarse al mercado laboral.
Otros, por su parte, seguirán en busca de nuevas oportunidades académicas, ya sea por medio de becas o alternando la parte laboral con la académica para cumplir sus metas.