El nigeriano Taofick Okoya, de 43 años, decidió fabricar muñecas luego que su sobrina le pidiera una morena (piel oscura) y él no la encontrara disponible en el mercado local.
Así, Okoya lo consideró toda una oportunidad para hacer negocios y montar su propio taller de muñecas.
Contactó con fabricas en China para que le ayudaran con sus muñecas, al estar finalizadas les añadió trajes tardicionales de las mujeres nigerianas. Siete años después del pedido de su sobrina, Okoya vende entre 6 y 9 mil de sus “Reinas de África” al mes.