Se rebusca por medicina para su hijo ante escasez en Bloom

En el hospital Bloom le recetaron 10 frascos de inmunoglobulina, pero no tenían

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Tarjeta del paciente del hospital Bloom en la que se hace alusión a la consulta sobre el precio de la inmunoglobulina. foto EDH

Por Yamileth Cáceres nacionals@eldiariodehoy.com

2014-01-24 7:00:00

Cuando en el hospital Bloom le dijeron a Patricia que no tenían disponible la medicina para el tratamiento de su hijo Kevin, su preocupación aumentó. El niño recién había sido diagnosticado con el síndrome de Kawasaki, una enfermedad que produce alteraciones de los vasos sanguíneos.

El 12 de enero, al momento del ingreso, los especialistas le explicaron que esa enfermedad atacaba las arterias coronarias y que debían suministrarle inmunoglobulina humana, pero que en el hospital se había agotado, narró la madre.

Una de las recomendaciones fue que tratara de conseguirla por sus medios, si no, el hospital haría las gestiones con otros establecimientos.

Pero un día después, Kevin continuaba con fiebre. Esta persistía desde el 4 de enero y en el Bloom no les daban respuesta del fármaco.

Patricia comentó que los médicos le indicaron 60 gramos de inmunoglobulina humana, es decir, 10 frascos.

La trabajadora social llamó a una droguería donde le informaron que el precio por cada frasco era de $575, pero por ser paciente del Bloom se lo venderían en $490, relató Patricia.

En la tarjeta del Bloom con fecha 13 de enero de este año se puede leer el nombre del paciente, registro, diagnostico y el motivo de atención en trabajo social. “Padre y madre quieren conocer el costo de Ig humana, 60 gramos para el tratamiento de la enfermedad, en el reverso dice “10 frascos $490 c/u”.

Pero en ese momento Patricia dijo no poder costearlo, significaba desembolsar $4 mil 900. Por ser ella cotizante, le sugirieron buscarlo en el Seguro Social.

Previo al ingreso al Bloom, el infante fue chequeado durante seis días en el Hospital Roma del Seguro Social donde fue tratado por dengue, pero al no ceder la fiebre, la madre de Kevin consultó a un hospital privado donde le detectaron el síndrome Kawasaki, expuso la madre.

En el hospital privado le manifestaron que el infante debía ser ingresado, ella optó porque lo ingresaran en un sanatorio público, pues sus recursos económicos no le permitían tenerlo en un centro privado.

En la búsqueda del tratamiento, Patricia se acercó a trabajo social del Roma donde le informaron que estaban abastecidos del medicamento, pero para despechárselo debía entregar la constancia de que el niño estaba en el Bloom y de la receta. Esta fue enviada por las autoridades del Bloom. Pero los días pasaban y lo único que decían los doctores a la hora de la visita médica es “paciente en espera”, relató la madre.

En el mismo servicio, Medicina Interna, estaba otro niño con Guillain-Barré, al que desde hacia 15 días le habían recetado la misma medicina, expresó Patricia.

El medicamento también está indicado para tratar el Guillain-Barré.

Al consultar vía teléfono al área de trabajo social del Roma, le manifestaron que el producto había sido enviado al Bloom, pero se lo habían aplicado a otro niño que lo necesitaba. Información que no le fue aclarada a Patricia en el centro de atención infantil.

El lunes 19, Kevin fue dado de alta sin que le suministraran la inmunoglobulina humana; a parte de ello, su madre tuvo que comprar aspirina porque también se había agotado, añadió Patricia. Un día después, ella puso una denuncia en la Unidad Organizativa de Calidad /Comité de Atención Ciudadana del Bloom.

La semana pasada permanecía en el establecimiento otro infante de dos años, con Guillain-Barré, un síndrome inmunológico que produce debilidad en las piernas y puede propagarse a los brazos y pulmones. A él le habían indicado tres frascos; su familia logró conseguir el producto, comentaron. El desabastecimiento ya había sido denunciado desde el año pasado.

El 25 de noviembre de 2013 al ser consultado, Hugo Salgado, director del centro médico, reconoció el desabastecimiento. Ese día declaró “(la) inmunoglobulina se ha terminado, pero nos ha prestado el Rosales y el ISSS y estamos esperando una compra del Ministerio”.

Se desconoce cuál ha sido el problema y si ya abastecieron al establecimiento. Ayer se solicitó una entrevista sobre el caso, pero el personal de Relaciones Públicas no respondió al requerimiento hecho por correo electrónico, ni atendieron la llamada al celular.

Los pacientes con insuficiencia renal crónica y los de hemofilia son otro grupo de pacientes que han tenido problemas para ser tratados en el hospital Bloom.

Desde el año pasado las madres de los niños con daño en los riñones denunciaron la carencia de la eritropoyetina, un producto para evitar la anemia. Al momento, padres de familia comentaron que solo se la entregan a los pacientes trasplantados.

En esa misma área, a finales de diciembre y principios de año no disponían de reactivos para monitorizar los niveles de medicamento (ciclosporina), un inmunosupresor en sangre. Estos se habían vencido.

Los reactivos entraron la semana pasada. Este problema provocó que no se pudieran programar trasplantes de riñón, informaron.

Mientras, los pacientes con hemofilia, un trastorno de la coagulación de la sangre, llevan medio año sin fármacos para prevenir los sangrados. A inicios de la semana, a las madres de familia les informaron que el programa de profilaxis se reanudará en marzo, por el momento, solo les entregan un frasco semanal.