El expresidente Francisco Flores aclaró ayer ante los diputados de la comisión especial de la Asamblea Legislativa, tres puntos: que consideraba “inconstitucional” a la comisión para que lo investigue por los fondos que recibió de Taiwán, pues es un trabajo de la Fiscalía, dijo; además, que las declaraciones del presidente Mauricio Funes en torno al caso son “falsas” y que su actitud no es “cuerda” y que tiene fines “electorales”; y que los fondos que recibió de Taiwán no los depositó en cuentas personales como le cuestiona Funes, sino que los trasladó a los beneficiarios.
Flores explicó que el dinero se ocupó para combatir el narcotráfico, el secuestro, las pandillas y para palear los embates de los terremotos de 2001; y para convertir a El Salvador en un corredor logístico entre la costa Pacífica de Colombia y Arizona, EE. UU.
Además, tildó de “falsas” las declaraciones de Funes de que esté siendo investigado por el Departamento del Tesoro de los EE. UU. o por el Servicio de Impuestos Internos de ese país, así como también que el dinero se lo haya entregado el expresidente de España, José María Aznar, aseveró. (Ver más detalles en página siguiente).
Indicó que así se lo hicieron ver los fiscales que lo entrevistaron cuando fue llamado hace unos días a la Fiscalía a rendir su versión sobre el uso de los $10 millones en que Funes lo incrimina.
Flores aclaró a los diputados que si bien él tramitó la ayuda con el gobierno de Taiwán para solventar en parte los problemas que durante su administración aquejaban al país, el dinero lo trasladó directamente a los beneficiarios de los fondos y rechazó rotundamente haber ingresado el dinero a sus cuentas personales, como lo afirma Funes.
“Yo puedo decirles de forma categórica de que jamás deposité fondos del gobierno de Taiwán en ninguna cuenta personal mía ni en ninguna cuenta vinculada a mí. Jamás deposité un cheque, los entregué directamente a los beneficiarios”, afirmó.
De acuerdo con Flores parte del dinero que Taiwán le entregó, él mismo se encargó de hacerlo llegar y de manera pública a los alcaldes que debían atender a los damnificados por los terremotos.
Añadió que fue el gobierno de Taiwán, quién decidió entregarle el dinero en cheques a su nombre, y que no hubo intermediarios para agilizar la ejecución del mismo.
Dijo que lo anterior era una “relación privilegiada” que mantenía el gobierno de Taiwán con algunos líderes políticos de varios países, no solo de El Salvador, con el fin de obtener apoyo inmediato “incondicional” a organizaciones, gobiernos y Fundaciones que apoyaban a Taiwán en su “aspiración de ser una Nación libre e independiente”.
Tampoco recordó el monto de lo recibido, pero sí rechazó que hayan sido $10 millones como le cuestiona Funes.
“Yo no recuerdo haber recibido nunca un cheque por $10 millones eran cantidades menores”, acotó.
Los diputados le cuestionaron a Flores que si el dinero recibido fue fiscalizado por la Corte de Cuentas de la República, el Ministerio de Hacienda, o lo manejó algún equipo especial del gabinete de gobierno cuando fue presidente para que quedara constancia de que fue utilizado para las obras sociales que mencionó.
Pero Flores les explicó que el dinero que recibió no fue en calidad de donativo, ni tampoco dentro de un proyecto de cooperación gubernamental, sino que únicamente actuó como “intermediario”.
Además, Benito Lara, del FMLN, insistió en que nadie ha cuestionado el contenido del informe que Funes hizo público vinculando a Flores con la utilización de $10 millones de Taiwán, pero Flores puso en tela de juicio dicha información. (Ver más detalles en nota aparte).
A la comisión también llegaron el exsecretario privado, Aldo Parducci, la excanciller María Eugenia Brizuela y el exvicepresidente, Carlos Quintanilla Schmidt.